Repensar el sur: Las luchas del pueblo Mapuche
Raúl Zibechi & Edgars Martínez (Coord.) (2021) Chiapas,
México: Cooperativa Editorial Retos y Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (Clacso).
Por Dasten Julián-Vejar1
El sur ¿Qué es? Suele asociarse a un domicilio geográfico, sujeto a la definición y contraste de un Norte, teniendo su origen en un proceso de larga data que hace mención a una situación de supremacía, desigualdad y poder a nivel global. También tiende a asociarse a una concepción de lo austral, lo que se encuentra marcado por la naturaleza, un paisaje prístino, una imagen y un imaginario que acompaña el esencialismo, la colonialidad y el antropocentrismo moderno de comprender el espacio, la vida y la cultura.
Son diversos entronques los que se recrean en la idea de “Sur”. Su evocación constituye un identidad e identificación con realidades complejas, marcadas por relaciones de poder, despojo y conquista que se han reproducido a través de siglos, forjando una desigualdad global en la reproducción del capitalismo y en la conformación de una estrategia planetaria de ocupar y habitar el mundo. El sur emerge como reivindicación de una opción política por descifrar la emergencia, reproducción, expansión y resistencia a estos procesos y relaciones de poder, y como una búsqueda colectiva por descomponer, desactivar y delimitar la incidencia de un modelo de vida centrado en el capital.
El Sur es también una posibilidad, una condición de localización de los procesos políticos, económicos, culturales, cognitivos y de contestación que provienen de entornos, espacios y ecosistemas con sus propios marcos de referencia, adecuación, historia, crisis y transformación. Esto exige poner atención en las realidades, diversidades y particularidades que conviven, coexisten y proliferan en el Sur. Un espacio de intersticios, de revueltas, de precariedades y estrategias de persistencias.
En la actualidad, el Sur se ha constituido en una fuente inagotable de referencia en los estudios de las ciencias sociales. Si bien ha sido enorme el número de aproximaciones e ideas referentes al concepto de “Sur” y de “Sur Global”, lentamente el origen y la potencia desgarradora e intempestiva que proveía el concepto ha comenzado a diluir su significado y a ser homologado a un punto cartográfico referenciable y ubicable en un mapa de coordenadas como solución técnica, positivista e incluso del mainstream de los procesos de producción y publicación científica. Esto ha hecho necesarias nuevas reflexiones, críticas y propuestas para redibujar los contornos y profundidad de lo que llamamos “Sur”.
Este remanente práctico de múltiples encuentros y desencuentros en la gestación de la misma idea de Sur son las que este libro nos invita a observar con detenimiento, a reconocernos en sus conflictos y emergencias, y a revisitar la práctica política de resistencia que se multiplica en diversos rincones del continente latinoamericano. Para ello Raúl Zibechi y Edgard Martínez han coordinado un trabajo que exhibe una expresión concreta y cruda de la fuerza y la potencia de las reivindicaciones y luchas que persisten en el sur Global, así como de su importante reinvención en el contexto de una guerra por el derecho a existir, a vivir, a persistir, sobre los intereses del sistema capitalista y su lógica de extinción.
A través de una propuesta fundada en la liberación, la acción de los movimientos y su pertinencia en la comprensión de América Latina y Abya Yala, los autores nos invitan a conocer una obra que articula diversos relatos, imágenes y aproximaciones a la idea de Sur, movilizando a intelectuales, activistas y actores sociales de diversas realidades del continente, y con reflexiones centradas en desafíos y situaciones prácticas de resistencia y lucha. Como lo señala Edgars Martínez (p. 21) este libro es una propuesta que busca reflexionar sobre las potencialidades de los procesos de insubordinación indígena en el continente, lo cual da cuenta del sello de la presente publicación que se inscribe en un lugar de resonancia de las voces del pueblo mapuche en su lucha contra el colonialismo, el despojo y el capitalismo neoliberal.
Convergen en esta propuesta un sentido de urgencia, de denuncia e invitación a la acción política, junto con un análisis crítico, militante y pormenorizado de los procesos organizacionales, la dinámica que se incrusta en la construcción de las alternativas anti sistémicas y elementos de incidencia en la composición y acción de los movimientos en América Latina. Esta propuesta se constituye en un ejercicio que es parte de una “genealogía rebelde y emancipatoria no ilustrada ni racionalista” (p. 12) que acompaña el desarrollo de una agenda de investigación, acción y movilización social.
El prólogo nos sumergirá en la búsqueda del lugar de referencia de este libro, en donde la invitación de Juan Jerónimo Lemus es a “despertar la rabia, despegar el vuelo y aniquilar el sueño” (p. 19), como respuesta solidaria al encarcelamiento político a mapuches en Wallmapu y su huelga de hambre el año 2020. Por su parte, Edgars Martínez nos propondrá una introducción a las tensiones que se desprenden de los ciclos y cuestionamientos abiertos en el Chile neoliberal, poniendo como eje la historia, situación y experiencia del pueblo mapuche. Haciendo un acercamiento histórico entre la postergación de las demandas populares chilenas y la política de exterminio al pueblo mapuche, Martínez nos introduce a un cuestionamiento al escenario constitucional, frente a lo que identifica como tensiones irresueltas: la plurinacionalidad, la represión y la autonomía (pp. 25).
Junto con el destacable trabajo gráfico de registro visual de Julio Parra, el libro nos mueve a través de reivindicaciones, hitos, luchas, hechos, lugares, estados de excepción, represión y sentidos desplegados en los vientos de weychan (lucha). El libro cobrará la fuerza de múltiples gritos que provienen desde Wallmapu para desafiar la construcción del otro, de un enemigo interno y el terrorismo, el racismo, la recuperación y restitución territorial, y la autonomía y autodeterminación.
Este libro está compuesto de dos grandes ejes: Por una parte, se presentan una serie de Conferencias magistrales (pp. 37 – 85), las cuales provienen de la Cátedra Jorge Alonso dictada en conjunto entre el Centro de investigaciones y Estudios superiores de Antropología Social con la Universidad de Guadalajara, y que son acompañadas de una breve presentación de cada uno/a de los/as autores/as; y por otra, una serie de exposiciones recabadas del Seminario Tiempos del weychan (lucha): las resistencias en Wallmapu y México (pp. 86 – 234), llevada a cabo en diciembre de 2020, en donde se congregaron 5 presentaciones y 6 autores/as para dar vida al seminario. En total, serán 8 los y las autoras de este libro que nos llevarán en un viaje a través de la lucha de los pueblos indígenas en América Latina, poniendo énfasis en sus expresiones particulares para el caso del pueblo mapuche.
Las reflexiones vertidas en este trabajo nos alertan sobre la profundidad de las heridas coloniales, el predominio del racismo, las lógicas de eliminación y genocidios que han sido conducidos por los estados, así como del ciclo abierto de reivindicaciones que desafían la hegemonía capitalista. Moira Millán nos planteará el complejo escenario del Terricidio, por medio de un análisis de la pandemia desde su propia experiencia vital “¿Qué le vamos a legar a las generaciones que vienen” ¿Este mundo no ha perdido el rumbo?” (pp. 48), son preguntas que promueven la búsqueda de respuestas sabias, pertinentes y profundas. En un retorno a los saberes ancestrales del pueblo Mapuche, Moira trata de responder estas preguntas en la búsqueda de cultivar “portales de comunicación espiritual entre les humanes y Pu Ngen” (pp. 49), los cuales desafíen las fronteras fijadas por el latifundio y la colonización religiosa. Es parte de la visión de cohabitar sin fronteras, desafiando el extractivismo y un sentido de Mapu que desborda las definiciones de los estados-nación.
En la siguiente conferencia Raúl Zibechi nos presenta la definición de un caos sistémico en curso (Zibechi, pp. 60) que se acelera en la acción de los movimientos más allá de las fuerzas estructurales del capitalismo, colocando el eje de análisis en comprender el agenciamiento, las estrategias y las prácticas de resistencias en un escenario complejo de militarización, excepción y pandemia. Zibechi destaca el ciclo de insurrecciones populares que recorre el continente y las precariedades que asume la democracia actualmente. En este sentido, se nos presentan múltiples rostros, ejercicios, territorios, repertorios y colectivos que han impulsado la lucha y reivindicación mapuche, así como una mirada a las potencialidades de construir poderes-no-estatales encaminados a la soberanía, la autonomía y las prácticas de autogobierno.
La segunda parte del libro es inaugurada por el trabajo del historiador de la comunidad de Historia Mapuche Pablo Marimán Quemenado, quien en su texto (87 – 109) nos interroga por la idea de utopía revisitando la memoria y el quehacer de los movimientos mapuche. Señala (pp. 89) que el discurso autonomista mapuche ha estado presente “desde dos modalidades:
una fue traduciendo al discurso público de cada época la explicación de su problemática en las coordenadas de enunciación permitidas, y segunda, pero por el lado y desde la espacialidad tradicional recreada para hacer política (los Congresos Araucanos, por ejemplo), estuvo presente la proyección de su modelo sociocultural tras aspiraciones que, si no se declararon autonómicas o descolonizadoras, pusieron en sus capacidades la gestión de sus problemas como pueblo” (pp. 89).
En este marco el autor nos conduce a través de la historia del pueblo Mapuche en su relación con el Estado chileno. Pasando de la idea de estado de “una gran familia” al desconocimiento de la autodeterminación, Marimán despliega un enfoque crítico a la concepción colonial de república que dirige el proyecto chileno de tutelaje al pueblo mapuche, en el control sobre su propiedad, la brutalidad de la violencia racial y la promoción de sistemáticos despojos. En este texto encontramos una interesante y profunda reflexión sobre los procesos de resistencia y la negación asimilacionista del pueblo mapuche como antesala a la aparición de un discurso autonomista en dictadura (1973 – 1990). Marimán relevará los intentos de dominación bajo el neoliberalismo multicultural e invitará al pueblo Mapuche, refiriéndose a la Convención Constitucional,
“a no agotar su capital político en estos espacios propuestos, pero no resueltos, por cuanto en nuestra condición de pueblo y en nuestros territorios tenemos el derecho y deber de autoconvocarnos e invitar (con “escaños reservados”, si es que les gustan) a los chilenos a dar curso a un parlamento pendiente, un espacio constituyente propio que retome el sentido histórico que truncó el colonialismo” (pp. 105).
A continuación, Edgars Martínez Navarrete propone en su trabajo (pp. 111 -141) una mirada a ciertos hitos y síntomas que definen, reproducen y recrean la matriz colonial de despojo en el Wallmapu. Así es como Martínez analizará la visita papal (2019), con su respectivo correlato crítico a la religión católica, su pretensión de paz y el allanamiento en paralelo al Lof Peleko, mostrando el ejercicio colonial en su práctica clerical (pp. 118). El autor señalará que estos procesos van acompañados de prácticas de desgarramiento comunitario (pp. 120), los cuales van de la mano de la incidencia del extractivismo forestal y la apropiación capitalista del territorio. Por ello, el autor nos conduce al caso de Lavkemapu como lugar de disputa (pp. 123) y de un dinamismo histórico propio del weychan.
Martínez nos invita a un lugar donde se han sucedido procesos de apropiación colonial, reforma agraria, reivindicaciones autonomistas, asentamientos capitalistas y luchas territoriales que han modelado la actualidad del Lof Peleko y su proceso de recuperación territorial. Según el autor, este proceso de “recuperación de territorio mediante el weychan significa el desafío de generar nuevas relaciones socioproductivas, culturales y espirituales entre los y las integrantes de un proyecto político, cuestión que incomoda y amenaza la estabilidad hegemónica del poder” (pp. 139). Este mensaje acompañará el marco de desafíos que emergen para el pueblo Mapuche en la actualidad.
En esa dirección, Carlos Alonso Reynoso y Jorge Alonso nos presentarán su capítulo Consolidación y retos del movimiento Mapuche (pp. 143 – 178). Con una mirada reconstructiva nos llevan a un presente marcado por las amenazas de cooptación y subordinación, las estrategias que han asegurado victorias al pueblo Mapuche y el trabajo de organizaciones Mapuche por “construir espacios de territorialidad donde se hermane la gente solidariamente” (pp. 149). Allí se destaca el rol de las mujeres Mapuche en “saberse seres enraizadas en la Ñuke Mapu (Madre Tierra) y nutridas por ella de poder (pp. 151).
Los autores darán cuenta y denunciarán la militarización y represión policial que aqueja al pueblo mapuche. A través de las páginas del capítulo encontraremos referencias a algunos de los principales casos de asesinatos, desapariciones, persecuciones y saqueos que han marcado la relación entre el estado chileno, el estado argentino y el pueblo mapuche en las últimas dos décadas. En este contexto, la nueva anatomía de la lucha del pueblo mapuche, en su articulación con las protestas e insurrecciones populares, así como el cambiante escenario de dispositivos institucionales, los autores invitan a un diálogo entre el zapatismo y el movimiento mapuche (pp.164), considerando sus similitudes, desafíos y objetivos de reivindicación ancestral, territorial y política como vía de auténtica liberación.
Luego de este texto, ambos autores, Reynoso y Alonso, nos presentan un nuevo capítulo que trata sobre La Huelga de hambre de los presos políticos Mapuche en el año 2020 (pp. 179 – 205), para lo cual nos introducen en las demandas y contestaciones que movilizan una toma de decisión tan radical como una huelga de hambre. La indiferencia del estado con la vida del Mapuche, así como la negativa de aplicar las normas internacionales de derechos indígenas, la desinformación y la construcción del terrorista, junto con la presión y el lobby del extractivismo y el capital forestal y oligárquico, van condensando el escenario de una crítica situación para el pueblo Mapuche que va a estar marcada por una política represiva, racista y colonial. Los autores nos exponen las muestras de solidaridad, los ejercicios de resistencia que acompañaron esta huelga transponiéndose a la respuesta de “la crueldad como dispositivo biopolítico contrainsurgente” (pp. 197), al terricidio y el miedo a la pandemia.
Finalmente, Xochitl Leyva Solano y Patricia Viera-Bravo nos presentan su capítulo Guerra de exterminio vs. resistencias Zapatista y Mapuche (pp. 207 – 233), en el cual dan cuenta “de lo que hemos aprendido y reflexionado junto a esas resistencias desde nuestro quehacer como trabajadoras de las ciencias sociales y como solidarias con esas luchas emblemáticas para la globalización contrahegemónica en curso” (p. 207). Ambas autoras nos invitan a conocer la comprensión del mundo en la lucha zapatista (p. 208), poniéndola en relación el resurgimiento del weychan (p. 209) como parte de un proceso de recuperación de memoria, de saberes y lucha contra el exterminio.
Las autoras refuerzan el sentido anti sistémico de estos movimientos, considerando la revuelta popular en Chile (10.2019) como parte de un proceso de “revaloración de la historia de resistencia del pueblo Mapuche frente al orden hegemónico” (pp. 212), en contraste con el ejercicio de discriminación y racismo que incluso alcanza la gestión del encarcelamiento de comuneros mapuches en la pandemia. En ello destacan la necropolítica y la discriminación a los sujetos indígenas que, “como continuidad de la guerra no declarada del capitalismo, se legitiman en la estigmatización de las acciones reivindicativas de estos pueblos como “terroristas” y en la criminalización de demandas respaldadas por instrumentos jurídicos internacionales e, incluso, por la legislación del mismo Estado que los reprime”.
En este panorama complejo de violencias, articulaciones y entretejimientos el pueblo mapuche aparece con la fortaleza de un camino de siglos de defensa, resistencia y sabiduría. El Sur nos ofrece un escenario de permanencia, constancia y fuerza, reflejo de los tiempos en que nos debatimos en una guerra por las vidas, por existir y sobrevivir a la crueldad sistémica del capital. Raúl Zibechi y Edgars Martínez nos proveen aquí de una invitación a caminar por estos senderos, a dialogar con las montañas y cerros, a escuchar el agua y las voces en el viento, el viento del weychan. Un trabajo de referencia para conocer y aprender de la lucha que enfrenta el pueblo mapuche, así como de las alternativas que movilizan siglos de búsqueda de autonomía y autodeterminación.
1 Sociólogo. Doctor en Sociología por la FSU-Jena. Alemania. Fundación Grupo de estudios del trabajo desde el Sur (GETSUR). Fondecyt 1200990 “Precariedades del trabajo en la Macrozona sur de Chile: Intersecciones, territorios y resistencias en las regiones del Maule, Ñuble, Biobío y La Araucanía”. Instituto de Historia y Ciencias Sociales. Universidad Austral de Chile. Correo electrónico: dasten@gmail.com