Presentación

 

 

 

La Revista Central de Sociología nacida el año 2006, publicó de manera sistemática siete ediciones, albergando trabajos de académicos de la Universidad Central de Chile y de cientistas sociales especialmente del medio local. Después de un breve receso y restructuración, retorna el 2018, en formato electrónico para propiciar una difusión más amplia orientada a comunidades académicas y público interesado nacionales e internacionales. A la vez, esta modalidad digital más flexible, permite actualmente incluir un conjunto de otros espacios virtuales relacionados con la actividad académica en universidades, otras instituciones y centros de investigación y pensamiento.

Esta nueva etapa de la Revista se encuentra marcada por un énfasis en la apertura a la reflexión y discusión crítica, así como a la difusión de contribuciones especializadas de la sociología disciplinaria, aportes derivados de proyectos científicos y reflexiones provenientes de las humanidades y las ciencias sociales.

La convocatoria en esta ocasión fue abierta en términos de contenido, no obstante, el número ocho de la RCS está representado por seis artículos donde prevalece un énfasis temático marcado en una reflexión sobre la expansión capitalista y el surgimiento de nuevos espacios económicos, en cuyo marco se enfrenta la racionalidad versus otras formas de acción colectiva.

Este tópico viene siendo recurrente durante los últimos años en las ciencias sociales, la discusión ha sido animada por diversos especialistas que frente al “fin de la historia”, como había pretendido profetizar Fukuyama en los años noventa, estiman más bien que éste se encuentra muy lejos de ocurrir y este tipo de afirmaciones cumplían una función más bien ideológica que científica, destinada a clausurar el juego intelectual.

En los últimos años somos más conscientes de las manifestaciones que contradicen la presencia de supuestas racionalidades omnipresentes en las actividades económicas en la era del mercado global, que cruzan tanto procesos macro como micro sociales. La discusión sobre los límites de la rational choice o dicho de otras formas por diversos especialistas: “lo que el dinero no puede comprar”; las bases sociales y morales de los procesos económicos; las economías sociales y solidarias, las formas subalternas del capitalismo postindustrial, los bienes públicos y privados, entre otras denominaciones, dan cuenta de un rico debate que no para de incentivar propuestas tanto de académicos avezados como noveles investigadores y estudiantes atraídos por la riqueza del tema.

Como sabemos, muchos de los puntos centrales del análisis ya se encontraban en la reflexión de clásicos como Weber, Marx, Pareto, Simmel, Veblen, Schumpeter, Polanyi, entre otros, quienes advertían sobre los peligros de las simplificaciones en los procesos productivos, de intercambio y consumo, siempre situados en espacios sociales complejos, atravesados por estructuras sociales pre-existentes, atribuciones de sentido, motivaciones y formas de legitimación ancladas en diversas esferas simbólicas y ejercidas por variados actores con prácticas sociales propias en comunidades con valores culturales particulares.

Los cientistas sociales somos hoy más cautos y menos soberbios frente a las pretensiones explicativas e interpretativas y estamos más dispuestos a utilizar una batería más amplia de métodos y técnicas para continuar profundizando en algunos procesos que recién comenzamos a dimensionar.

Un debate polireferenciado con marcos analíticos diversos, se torna una necesidad frente a la presencia de fuerzas poco interesadas en una verdadera deliberación intelectual y científica, que buscan homogeneizar las miradas, pretendiendo de paso, invisibilizar expresiones socioeconómicas y culturales que escapan a concepciones restrictivas del mercado, muy apresuradamente rotulado como “sano”, “equilibrado” o “moderno”.

Esperamos que los trabajos presentes en este número centrados en el análisis de manifestaciones sociales, económicas e históricas situadas en la particularidad chilena contribuyan a dar un paso hacia en el entendimiento más profundo de estos fenómenos.

El número ocho de la revista está compuesta por siete contribuciones, se inicia con la invitación que hace Juan Jiménez para transitar por los debates sobre los usos de la categoría acción racional, mostrando que existe una diversidad de maneras de raciocinio observados en los agentes y actores sociales. Sin embargo, nos advierte que no todos ocupan el mismo espacio en los análisis de los expertos. A continuación, Javier Hernández nos propone un uso situado de la racionalidad de los actores políticos, el ejercicio muestra diferencias según el contenido de la trama histórica en la que ellos entran o salen, en particular, de lo que se ha venido trabajado como los clientelismos a nivel comunal en Chile. Fuera del ámbito de los actores que toman decisiones cuyas consecuencias redundan en el quehacer científico o en la política pública, el ensayo de Miroslav Pulgar y Constantino Villarroel nos presentan una organización productiva de la pesca artesanal, para describir cómo pueden ser pertinentes algunos cuerpos teóricos para revisar los procesos de modernización y la configuración de identidades de clase.

Alejandro Marambio cambia el recorrido y nos propone que existen mecanismos de legitimación que impiden el ejercicio de la racionalidad. Esta posibilidad será una constante en el conjunto de contribuciones de este ejemplar de la RCS. El caso es la deuda y el crédito, un fenómeno regular y normalizado en la sociedad chilena, incluso sus trayectorias de deuda ameritan sostener la construcción de identidades que están atadas a la vida cotidiana, es decir, explican su reproducción. Margarita Lira aporta un escrito que nos ayuda a pensar que la participación económica no se reduce a un conjunto de dispositivos que coartan las posibilidades de la razón de los actores y agentes. Esta vez la entrada es mediante la vigilancia epistemológica aplicada a los indicadores que se usamos para reconstruir la realidad en las claves de las ciencias sociales,

La octava versión de la RCS cierra valorando la historia como variable que ayuda a comprender los fenómenos presentes. Aquí juega la contribución de Alejandro Díaz, la cual describe la articulación de la autonomía del bajo pueblo mestizo del Biobío-Maulino y sus notables encuentros con el Estado chileno. Entonces, cómo no ver reflejada la tensión constante entre reivindicaciones sobre derechos y un Estado cuya trayectoria es la de una permanente modernización sin siquiera arribar a la meta añorada. Realidad aún más apremiante y evidente cuando de provincias y regiones chilenas se trata. Y, Jorge Atria participa con un comentario sobre el libro de Gabriel Zucman, publicado en 2015, que aborda la manera en que las industrias y las compañías enfrentan los impuestos, despuntando a fines del siglo pasado una referencia ya regular en el presente contexto, la de los paraísos fiscales. Ese ejercicio es conocido por quienes cultivan la sociología económica pero goza de escaza propaganda más allá de ese circuito, el objetivo de la reseña es diversificar la audiencia de sus lectores o lectoras.

 

 

 

 

 

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