REVISTA CENTRAL DE SOCIOLOGÍA, Nº 17, 2023. ISSN 0718-4379 ed. impresa, ISSN 2735-7058 ed. en línea.
El Chile de hoy y del mañana: Una mirada interdisciplinaria a los desafíos del país en el siglo XXI.
Germán Sanhueza, Guido Asencio y René Fernández.
Santiago de Chile: Editorial Académica Española, 2021. 260 pp.
ISBN: 9786203034400
Por Diego Durán Toledo1
El texto “El Chile de hoy y del mañana: Una mirada interdisciplinaria a los desafíos del país en el siglo XXI”, representa un esfuerzo de los autores por efectuar un análisis de las deudas pendientes que se tiene como nación en múltiples materias y proyecta una visión a nivel de Estado y sociedad, respecto a los caminos para superar los nudos críticos de nuestro desarrollo.
El análisis realizado por los autores y tal como se señala en el capítulo introductorio, data “a contar del año 2019, surgió una idea de hablar de Chile, a partir de las coyunturas y problemáticas actuales, pero con especial énfasis en pensar en el futuro” (p.19).
Cabe destacar que el sentido del texto, respecto a centrar su análisis en una lógica proyectiva no es azaroso, sino que responde especialmente al momento político nacional en el cual se da comienzo con la redacción de esta obra, marcado por el estallido social de octubre de 2019, que en base al malestar ciudadano expresado en las calles en forma masiva y sostenida, ha provocado un clivaje fundamental en la historia de Chile, cambiando fundamentalmente la forma de comprender las estructuras institucionales y políticas desde el retorno a la democracia en 1990 y traduciéndose en el desarrollo de procesos de cambios elementales, tales como la redacción de nueva carta magna, proceso proyecto que inicie durante el 2021.
Ahora bien, cabe señalar que el presente texto no solamente hace referencia a la situación del contexto en la cual se escribe, sino que también habla sobre temáticas de largo aliento dentro del desarrollo de las políticas públicas chilenas y que tocan temas tan diversos como desde la matriz económica, hasta la discapacidad, pasando por la migración y la identidad cultural de nuestros pueblos originarios, entre otros temas. Por lo cual se constituye como una lectura que abarca temas misceláneos, pero que son parte de la agenda pública y/o de gubernamental, y vistos desde un prisma de las posibilidades que tiene el país, para superar las problemáticas que lo aquejan respecto a estas materias.
La presente obra está dividida en ocho capítulos. En el primero de ellos, el autor realiza un análisis detallado respecto al estallido social de octubre de 2019, principalmente respecto en base a la filosofía y sociología comprender el comportamiento de los distintos actores durante este periodo, fundamentalmente en base a la predominancia de una concepción social que marcó el rumbo del movimiento y que es garante de la estabilidad a largo plazo, ya que “El bienestar debe ser el propósito en una perspectiva de largo plazo y el estallido social una señal potente de que se estaba perdiendo el rumbo…. Construir un nuevo Chile, debe ser un constructo colectivo y salvaguardar siempre un propósito superior: el bienestar de todos los habitantes de esta nación” (p.34).
En este sentido, la premisa antes indicada
En el segundo capítulo, se realiza un análisis particular respecto a la derecha política chilena y en específico a la corriente llamada “derecha social” como una estructura de pensamiento y acción política que se desmarca de algunos de los conceptos tradicionales de los grupos más conservadores del sector y con fuerte sentido de pertenencia en sectores populares en especial de la capital, en dicho análisis el autor vincula fuertemente el sentido de “cultura de la decencia” basada en una pobreza con un sentido de nobleza y que se puede superar en base al esfuerzo personal, relacionándola intrínsecamente con el discurso de esta nueva derecha, pero también reflejando el deterioramiento de la misma a raíz de la vicisitudes de la coalición de gobierno y dándole espacios a grupos más radicalizados que si bien fueron caricaturizados en su minuto, cada días más tienen más espacios apelando a discursos de tiempos anteriores, basados en “una ideología de exaltación de la desigualdad natural, de defensa a la propiedad privada y a las fuerzas armadas” (p.57).
En el tercer apartado, se aborda la temática que relaciona a los derechos sociales y a las personas en situación de discapacidad, en este sentido, se realiza una radiografía respecto a la situación de las personas que se encuentran en esta situación a nivel nacional, destacando por una parte los avances que se han producido durante el siglo XXI en esta materia y reconociendo un progreso en materia de políticas públicas relacionadas con esta población objetivo, en aspectos de salud, educación, trabajo y acceso a los tribunales de justicia, pero por otra parte, haciendo hincapié en las deudas que el Estado y la sociedad en su conjunto tienen con estas personas, ya que “aún existen barreras tanto en el sistema jurídico del país que evitan que se puedan garantizar acceso universal a todos los derechos sociales consagrados en la CDPD (Convención Internacional de derechos de las personas con discapacidad), vinculados tanto a la departamentalización de las políticas públicas vinculadas a esta materia, a la falta de herramientas para hacer efectiva su concreción así como los recursos que el Estado destina para estos fines” (p.95).
En el capítulo número cuatro, se trata otro tema fundamental para comprender uno de las problemáticas de Estado que se han mantenido pendientes desde hace décadas y que tiene relación con la “cuestión indígena”, pero no visto desde la lógica del conflicto político- territorial, sino que visto desde una perspectiva cultural en específico como por una parte se ha producido la pérdida de identidad de los pueblos originarios a raíz de su forzosa adaptación al sistema político, social y económico impuesto en el territorio en el que habitan, mientras que por otra parte se ha generado el proceso contrario, donde esta integración (más no inclusión efectiva) ha generado una revitalización de algunos elementos de la cultura de los pueblos originarios, alejándolas del fenómeno de chilenización que fue propio del Chile pre democrático de los años setenta y ochenta del siglo pasado. Por otra parte, también este apartado analiza el fenómeno de la migración (el cual se analizará con detalle en otro capítulo de este texto) como una forma del cambio cultural que ha generado una nueva identidad nacional. Sin perjuicio de lo anterior, el autor también señala que por contraposición a estos fenómenos de diversidad cultural de origen tanto interno (pueblos originarios) como externo (migraciones), también existe el fenómeno latente de los nacionalismos extremos, el cual solo sería factible ante un escenario de “aumento de la precarización económica de las mayorías sociales y el fracaso de un proyecto progresista para reformar el Estado y la economía” (p.151.)
Vinculado con una de las temáticas mencionadas anteriormente, el quinto título de esta obra hace referencia al fenómeno de la migración en Chile. Principalmente vinculados con los efectos que ha tenido esta en la sociedad y también los desafíos que se presentan en la materia para el país, el cual históricamente vivió el proceso contrario (o sea ser una nación de migrantes). Este fenómeno demográfico que no fue previsto por las autoridades correspondientes, ha sorprendido al país sin una política de Estado clara en la materia, con una legislación que data del régimen militar y basada en la doctrina de seguridad nacional, que abiertamente no facilita el intercambio cultural entre naciones y sus habitantes que es propio del mundo globalizado que habitamos hoy en día, y peor aún de una sociedad que ha establecido las condiciones para que los migrantes puedan ser más susceptible de abusos y hostilidades de grupos importantes de ciudadanos chilenos. Para lo cual se ha concluido que “es necesario impulsar una nueva legislación y una política migratoria acorde a los cambios que ha tenido la sociedad chilena, capaz de garantizar bienestar a los migrantes que habitan nuestro territorio bajo cualquier contexto” (p.182).
Ahora bien, el capítulo sexto de este libro, se analiza un tema que es diferente a los señalados anteriormente y que se refiere al mundo laboral del siglo XXI, pero no desde una perspectiva de su vinculación con variables clásicas de estudio en la materia como por ejemplo educación, género, estrato social, etc. Sino que a su vinculación con los cambios de las últimas décadas en el mundo laboral y su relación con la robotización y automatización de las tareas en el mercado nacional. En este breve apartado, el autor realiza un análisis de la capacidades educacionales y técnicas de nuestras fuerza laboral, llegando a la conclusión que gran parte de ella puede verse reemplazada por tareas mecánicas y simples que pueden efectuar la maquinaria digital, ante lo cual se hace necesario “un plan que transforme esta amenaza incipiente en un conjunto de oportunidades que permitan el mejor desarrollo de las matrices productivas de las naciones y un bienestar laboral y social” (p.198).
Por otra parte, el séptimo apartado de este libro, llamado “Desafíos de un nuevo modelo económico para Chile”, habla sobre uno de los males endémicos en América Latina y del cual el país no ha sido la excepción, que es el síndrome del país exportador de materia prima y con escaso desarrollo industrial y tecnológico. En este sentido los autores realizan un breve recorrido por nuestra historia económica, destacando que en diferentes ciclos se han desperdiciado oportunidades de desarrollo, sin aprovechar las ventajas competitivas de la extracción de minerales como el salitre, el carbón o actualmente el cobre, para el desarrollo de una economía que genere valor agregado sobre dichos productos. Ahora bien, los autores concluyen que inclusive a pesar de lo anterior, el país tiene nuevas oportunidades para el desarrollo a través de la explotación de un nuevo recursos mineral que ha cobrado protagonismo y aumentando su valor en los últimos años como es el caso del Litio, sin embargo, para un uso adecuado del recursos y beneficio de la mayoría de la población no solo proponen una propiedad estatal estratégica respecto a la explotación de dicho recursos, sino que también cambios estructurales desde un país mono productor a uno enfocado en el desarrollo de elementos manufacturados, el desarrollo y apoyo de la tecnología, sustentabilidad y asociativismo como bases de la economía del día a día y modificaciones fundamentales en las estructuras tributarias, con la finalidad de garantizar un crecimiento sostenible y equitativo, para lo cual sería necesario la “unidad entre todos los actores involucrados, generando diálogos que coloquen como único requisito el respeto entre las partes, para lograr los resultados esperados por todos los chilenos” (p.240).
En el último capítulo del libro, el autor y editor del mismo, realiza una invitación abierta a los lectores, más allá de los contenidos vistos en el mismo, se planteen el futuro de Chile en esta encrucijada histórica en la cual el país se encuentra actualmente, pero no solo desde un punto de vista teórico, señalando que “Del sueño se debe avanzar a la voluntad, la que expresada en una directriz estratégica formal, con sus respectivas políticas e instrumentos, nos pueden llevar a materializar un futuro más próspero, con equidad, bienestar, justicia social y una adecuada convivencia social” (p.253).
En virtud de todo lo anteriormente descrito, el principal aporte de esta obra es que plantea una multiplicidad de temáticas de relevancia social, política y económica que son relevantes para comprender no solamente nuestro pasado y presente, sino para también comprender el devenir futuro y las prioridades nacionales que el Estado de Chile debe materializar en políticas públicas, para combatir los males asociados a las problemáticas que se han indicado en este libro.
Es menester indicar que, si bien el texto abarca en su análisis una gran cantidad de problemáticas del Chile actual, por otra parte, NO toca materias fundamentales como por ejemplo lo relacionado con los conflictos socioambientales que se replican lo largo y ancho de Chile, donde se dan dinámicas de la lucha del poder entre comunidades y grandes empresas y el rol del Estado en la materia.
A su vez, tampoco hace alusión a los movimientos feministas en sus reivindicaciones económicas, sociales y/o de derechos maternales, sexuales y reproductivos a causa del aún patriarcado dominante que trata a las mujeres en Chile, en muchos aspectos como ciudadanas de segunda clase.
Por último, también se hace necesario señalar como crítica, que el texto no hace alusión a temáticas relacionadas con las reivindicaciones de los movimientos LGTBIQ+ en materias de igualdad de derechos de filiación y no discriminación, que han sido durante la última década un tema incipiente en la agenda pública.
Sin perjuicio de lo anterior, es posible considerar a esta obra como un elemento básico, para todo aquel que quiera entender la realidad del Chile de hoy, y pensar el país del mañana.