REVISTA CENTRAL DE SOCIOLOGÍA, Nº 18, 2024. ISSN 0718-4379 ed. impresa, ISSN 2735-7058 ed. en línea.
Trayectoria de jóvenes del comercio informal en Santiago de Chile y El Alto Bolivia
Trajectory of young people in informal commerce in Santiago of Chile and El Alto Bolivia
Fecha de recepción: 21 de marzo de 2023 / Fecha de aprobación: 21 noviembre de 2023
Héctor Luna Acevedo1
Resumen
El comercio ambulante es una actividad de autoempleo para los jóvenes chilenos y migrantes extranjeros en Santiago y de bolivianos en El Alto. La inquietud por conocer esta temática parte de la siguiente pregunta: ¿Qué factores inciden en los jóvenes insertarse al comercio ambulante y qué tipo de trayectorias sociales construyen? Se plantea como objetivos explicar los factores de inserción al comercio ambulante y los tipos de trayectoria social que los identifica. El concepto central es la trayectoria social de Bourdieu que significa la transición de los jóvenes (agentes) por distintas posiciones de clase en el campo del comercio y espacio social. Estas trayectorias son motivadas por la combinación del capital cultural incorporado con el capital económico. En común los jóvenes comerciantes desarrollan habilidades prácticas trabajando en empleos de oficios manuales y en el comercio.
La metodología de investigación ha sido de enfoque cualitativo a través de entrevistas en profundidad a jóvenes entre 18 a 30 años de edad en su mayoría. Para ello se realizaron dos trabajos de campo, primero en Santiago de Chile y segundo en la ciudad de El Alto.
Palabras clave: ambulante, migrante, joven, economía y organización
Abstract
Street commerce is a self-employment activity for young Chileans and foreign migrants in Santiago and for Bolivians in El Alto. The concern to know this topic is based on the following question: What factors influence young people to enter street commerce and what type of social trajectories do they build? The objectives are to explain the factors of insertion into street commerce and the types of social trajectory that identify them. The central concept is Bourdieu’s social trajectory, which means the transition of young people (agents) through different class positions in the field of commerce and social space. These trajectories are motivated by the combination of embodied cultural capital with economic capital. In common, young merchants develop practical skills by working in manual trade jobs and in commerce.
The research methodology has been qualitative in approach through in-depth interviews with young people, mostly between 18 and 30 years of age. For this, two field works were carried out, first in Santiago of Chile and second in the city of El Alto.
Keywords: itinerant, migrant, young, economy and organization
Introducción
El comercio ambulante es una actividad económica de los jóvenes en Santiago de Chile y en El Alto Bolivia, lo cual, se caracteriza por la autonomía e independencia laboral del comerciante, al no estar sujetos a un empleador que les explota trabajando. En este caso ellos mismos administran su tiempo de dedicar vendiendo en la calle o ambular con sus mercancías. Nos referimos a jóvenes chilenos y migrantes extranjeros que comercian en las comunas de Estación Central y Santiago (Región Metropolitana) y de bolivianos en que venden en la zona comercial de la Ceja2 de El Alto. Esta realidad socioeconómica se estudia desde la categoría de trayectoria social para comprender la experiencia laboral, familiar y educativa que antecede al comercio. Recientes estudios abordan la migración de venezolanos, peruanos, haitianos, ecuatorianos, colombianos, bolivianos y de otros países del caribe hacia Chile. Esta población migrante se dedica a vender en un puesto, anaquel y otros ambulan en calles del centro de Santiago (Garcés H., 2016) (Murillo Vuillemín, 2020) (Rodríguez Torrent & Gissi Barbieri, 2023).
Según datos del Instituto de Nacional de Estadística INE, el 2021 en Chile residían 1.482,390 extranjeros, de los cuales la mayoría vivía en la región metropolitana de Santiago y una proporción de migrantes se dedicaba al comercio para obtener ingresos. Con relación a El Alto, el comercio ambulante es una ocupación laboral de los jóvenes que transitan por las avenidas, aceras con sus mercaderías llevando en un carro móvil o estacionándose en un lugar de las vías, por donde, transitan movilidades, personas que encuentran al paso mercancías para comprar. En ese contexto es primordial comprender la historia laboral de los jóvenes en los dos lugares de estudio, considerando que comercian en países con niveles de desarrollo opuesto, aunque la desigualdad en ambos es casi similar. Para el 2020, Chile tenía un índice de desigualdad de Gini de 44.9 por ciento, mientras Bolivia era de 40.9 por ciento; es decir, Chile era más desigual que Bolivia. Si bien éste último redujo su desigualdad social entre 2005 a 20203; a nivel macroeconómico Chile en el 2021 poseía los mejores índices de desarrollo con un Producto Interno Bruto (PIB) de 317.1 miles de millones de dólares americanos (Banco Mundial, 2023). En cambio, en Bolivia el PIB alcanzaba a 40.41 miles de millones de dólares americanos en 2021. Estos datos significan una diferencia en cuanto al PIB per cápita; es decir, en Chile cada habitante poseía 16.265 dólares, mientras en Bolivia 3.345 dólares poseía por habitante. Por tanto, Chile está posicionado mejor económicamente por su apertura al libre mercado desde la década del setenta, cuando la dictadura militar impuso el modelo económico neoliberal (Gárate Chateau, 2016); en cambio, Bolivia experimentó una crisis económica del modelo estatista entre 1982 a 1985. Esto dio origen a la implementación de políticas neoliberales con el D. S. 21060 de agosto de 1985 que redujo la hiperinflación, el déficit fiscal y en el ámbito laboral relocalizó a más de 20 mil trabajadores mineros que migraron a la economía informal. Siendo una característica de las políticas neoliberales que precarizó el empleo en desmedro de los trabajadores que alternaron con el comercio para aliviar la necesidad económica.
Con la transición al modelo de desarrollo social comunitario 2006 a 2019, 2021 a 2003, la situación laboral no ha mejorado, mientras la economía informal se ha incrementado en los últimos años4. Según el INE para el segundo trimestre del 2023 el 97,8 por ciento de la población en edad de trabajar tiene un empleo o está ocupado en una actividad económica. No se encuentra datos que diferencie la población con empleo formal e informal. Ya que el comerciante de la calle estaría siendo calificado como una persona con empleo; lo cual no es así, más bien es autoempleo, empleo por cuenta propia que desde los derechos laborales son precarios en su mayoría.
En Chile el comercio de la calle se incrementa a consecuencia de las políticas neoliberales que encareció el costo de vida y precarizó el empleo para los sectores pobres. En eso se sitúan los jóvenes de las comunas populares que no están en condicione de acceder a un empleo formal, porque, al dejar de estudiar avizoran un futuro laboral precario. A esto se suma los costos elevados de estudiar en una escuela, universidad, institutos técnicos, que desanima a los jóvenes de aspirar a una profesión y como efecto contrario prefieren instalar un negocio en la calle para aliviar la necesidad económica.
El comercio ambulante es una ocupación en última instancia para migrantes extranjeros que llegan a Chile atraídos por su prosperidad económica; pero, esa expectativa se desvanece por la violencia y discriminación que sufren por no contar con un permiso de la municipalidad para vender en la calle. En ese contexto comercian los jóvenes extranjeros que poseen baja formación escolar y no encuentran otra opción laboral a parte de los empleos informales. En ese contexto se plantea las siguientes preguntas, primero ¿Qué factores sociales, económicos inciden en los jóvenes insertarse al comercio ambulante en Santiago de Chile y El Alto Bolivia?; segundo, ¿Qué tipo de trayectorias sociales construyen los jóvenes comerciantes en los dos lugares de estudio?
A manera de hipótesis, para el caso de Chile, los factores sociales y económicos que incide insertarse al comercio ambulante es la falta de apoyo económico en la familia de origen y el abandono escolar que impide acceder a mejores puestos de trabajo y el comercio ambulante significa la última alternativa ocupacional. A diferencia, los que estudian una carrera universitaria, el comercio es una ocupación temporal. En Bolivia, los factores que determina la inserción al comercio son las experiencias laborales de los jóvenes en empleos precarios de baja remuneración. Ante ese panorama prefieren vender con sus negocios en la calle de forma independiente. Por otro, se sienten obligados de trabajar porque no están en condiciones de seguir dependiendo de sus padres que trabajaron desde jóvenes para tener un bien inmueble (terreno, casa). El esfuerzo o sacrificio laboral es parte de una ética de trabajo que asimilan desde muy jóvenes.
En Chile los jóvenes migrantes consolidan una trayectoria laboral ascendente por las habilidades prácticas que poseen. Esa condición les permite insertarse a labores manuales y al comercio ambulante; mientras, en los jóvenes chilenos prevalece combinar entre el estudio y el comercio.
En el caso de los jóvenes de El Alto poseen habilidades prácticas en diferentes oficios que les facilita trabajar de manera informal. El comercio es una continuación del autoaprendizaje para sobrellevar una vida independiente; aunque una trayectoria puede ser descendente cuando los jóvenes no tienen un objetivo laboral definido; si no ahorran o despilfarran el dinero que ganan con esfuerzo, o se vinculan en actos delictivos y son criminalizados por el orden público. Todo ello influye negativamente en sus trayectorias sociales.
Finalmente, en los acápites del artículo se describe y se analiza la información que sustenta la trayectoria social de los jóvenes comerciantes en los dos casos de estudio.
Estado del arte
Comercio informal
De manera general se identifican cuatro orientaciones teórico metodológico del comercio de la calle. El primero plantea una lectura institucional normativa del comercio en vía pública (Tokman, 2004). Estos trabajos son recurrentes desde la década del setenta, ochenta hasta ahora se publican estudios que problematizan la vigencia de un comercio que no paga impuestos ni prestaciones sociales. Es decir, la informalidad se asocia a la evasión de impuestos al Estado, del comercio que opera fuera de las normas estatales que regulan el comercio en general. Segundo está el enfoque neoliberal que valora los emprendimientos de los sectores populares, migrantes del área rural que viven vendiendo en la calle. El comercio es una estrategia de trabajo que reinventan las personas ante la escaza oportunidad de empleo en el área urbana y para sopesar esta situación la población se dedica a vender en la calle como una expresión del libre mercado. En ese sentido la excesiva regulación es un obstáculo para el comercio ambulante. Tercero está el enfoque que relaciona el comercio formal con el informal de manera difusa (Palacios, 2011). Esta lectura cuestiona la separación formal-informal del enfoque institucional normativo, porque en los hechos los comerciantes compran sus mercancías de proveedores formales para después venderlos al detalle (Alarcón González, 2013). Es decir, la relación entre comercio formal – informal está sujeto al excedente que se obtiene de las transacciones comerciales. Cuarto, en las últimas dos décadas surgen estudios que definen al comercio ambulante como un eslabón del comercio popular (Gómez Núñez, 2019). Este enfoque resalta la capacidad de los sectores sociales que emprenden un negocio importando mercancías de un país a otro, en base a un trabajo cooperativo entre familiares y amigos (Müller, 2022). Los cuales constituyen en una estrategia que facilita el trabajo de comercializar mercancías importadas.
La transición de un enfoque a otro no significa; por ejemplo, que el enfoque institucional se haya superado o sustituido por el enfoque del comercio popular. El crecimiento del comercio de la calle es un fenómeno global que se origina por la poca oferta de empleo del sector industrial; la migración del área rural al área urbana configura el comercio no regulado.
En Bolivia la política económica social comunitaria ha desincentivado la inversión privada que inciden en el desempleo y la migración de esta población al comercio de la calle; mientras en Chile se mantiene una política de restricción y regulación del comercio no autorizado. Por otro en Bolivia se exige una carga impositiva a las actividades económicas productivas y comerciales que la población avocada a los negocios desacata estas disposiciones tributarias. Asimismo, la Ley del Régimen Simplificado permite a comerciantes que tienen una inversión menor a los 10 mil dólares pagar un solo impuesto al año de acuerdo a la escala de inversión. En los hechos los comerciantes duplican sus puestos de venta empleando a otras personas para que vendan como ambulantes. En ese sentido, los sectores sociales que viven del comercio tienen mayor poder económico social y hasta político ante las acciones del Estado que intenta regular a este sector.
Migración transnacional
La investigación sobre los inmigrantes y su relación con el comercio de la calle es un ámbito de estudio para las ciencias sociales. En ese sentido exponemos acerca de la migración transnacional en países de destino; donde, la necesidad laboral y económica impulsan migrar de un país a otro, asimismo esa experiencia influye en la subjetividad a través de anhelos, frustraciones y los cambios en la autopercepción del inmigrante (Rodríguez Torrent & Gissi Barbieri, 2023). Es así como señala Rodríguez y Gissi (2023) en relación a los venezolanos en Chile que viven imaginariamente entre la espera y la esperanza; es decir, objetivamente no están satisfechos con el salario que perciben acorde a su profesión; sin embargo, mantienen sus expectativas de encontrar mejores condiciones de trabajo en Chile:
Si antes las prenociones que afianzaban el discurso sobre Chile se presentaba como un hecho objetivo y favorable, ahora aparecen rupturas objetivas sobre la esperanza como espacio imaginario y falible, convirtiéndose en un espacio de autorreferencias propias de la espera (Rodríguez Torrent & Gissi Barbieri, 2023, pág. 125).
Alejandro Garcés (2016) se refiere a los inmigrantes del Perú que realizan actividades económicas en la calle catedral de Santiago, para el caso plantea la categoría de espacio social que se expresa en un lugar como es la calle Catedral y Plaza de Armas, a donde acuden los fines de semana los migrantes para reencontrarse entre paisanos y sentirse como en el país de origen. En este caso, la migración reproduce la identidad étnica nacional en un área de la calle: “La aglomeración en la centralidad de la calle Catedral se relaciona con la forma en que este espacio organiza un flujo de información relativa a la búsqueda de empleo por parte de los migrantes” (Garcés H., 2016, pág. 35), de esa manera los peruanos reconstruyen su identidad a través de la interacción social por motivos de trabajo. Los mismos ambulantes que ofrecen gastronomía de su país, contribuyen a activar su identidad peruana al territorializar el espacio público (Garcés H., 2016).
Los migrantes en mayor número se dedican al comercio ambulante como una oportunidad de trabajo. Esta temática se aborda desde la apropiación del espacio público (Murillo Vuillemín, 2020). Al respecto dice:
… los extranjeros que arriban a Chile no solo lo hacen motivados por mejores salarios y una mejor calidad de vida, sino también por la red de apoyo que los espera. Esto es clave en cuanto a la organización del comercio ambulante, ya que en la mayoría de los casos los vendedores llegan a este trabajo a través de un familiar o conocido (Murillo Vuillemín, 2020, pág. 21)
Es decir, los inmigrantes se insertan al comercio de la calle a través de una red de contacto social que facilita su llegada e incursión al comercio. Esto demuestra la importancia del capital social en la migración a Chile y ante la necesidad de oportunidades laborales recurren a familiares, paisanos, amigos para conseguir una vivienda, empleo o acoplarse a un lugar de venta (Murillo Vuillemín, 2020). Lo propio con el capital económico que representa una razón principal de incursión y permanencia en el comercio.
La relación de los inmigrantes con el comercio es parte de los procesos migratorios en ciudades metrópolis de la región; por ejemplo, en Buenos Aires (Argentina) los bolivianos construyen sus redes reproduciendo sus creencias católicas, al mismo tiempo trabajan en talleres y comercializan los mismos en la Salada, considerada una de las ferias más grandes de América Latina (Gago, 2014) Una virtud que identifica Gago de los comerciantes es “saber-hacer”. Esto significa el habitus de trabajo que está incorporado en el cuerpo de los migrantes, y otras cualidades que expresan en el desarrollo del comercio informal, ilegal. Al respecto dice:
… de ese ethos que es un saber-hacer y un entramiento comunal capitalizable para las cadenas de montaje de las economías globales. En este punto las trayectorias migrantes provenientes de Bolivia capitalizan una extensa producción de imaginarios y subjetividades vinculadas a lo comunitario y un profuso de tejido de redes… (Gago, 2014, pág. 96)
Gago identifica las redes sociales de propietarios de talleres que coadyuvan a que un nuevo trabajador o trabajadora emigre de Bolivia hacia Argentina. Un concepto que incorpora Gago es lo comunitario, que tiene una valoración teórica conceptual; sin embargo, pareciera que en los hechos funciona como un encubridor de la explotación laboral, dónde son víctimas los inmigrantes bolivianos (indocumentados) en los talleres de costura y en condiciones precarias (Gago, 2014). Pero esta situación laboral más bien beneficia a los empleadores y a la industria que producen manufacturas. En ese sentido, los migrantes bolivianos comercializan sus manufacturas en la Salada, siendo la base de esa acumulación la explotación en los talleres.
En Santiago de Chile el comercio de la calle según Calderón, Urzúa, Morales y Rojas se refieren a la venta de gastronomía en el barrio Franklin, donde los comerciantes ofrecen una variedad de mercancías, alimentos; por ejemplo, los inmigrantes peruanos venden comida de su país y lo mismo los colombianos (Calderón-Seguel, Urzúa, Morales Pérez, & Rojas, 2021) En esto la venta de comida en la calle es parte del crecimiento de actividades comerciales en vía pública; donde, los inmigrantes venden con sus negocios ambulantes. Al respecto dicen: “Cabe destacar en este apartado la existencia de varios puestos de comida que expenden preparaciones gastronómicas de origen peruano…” (Calderón-Seguel, Urzúa, Morales Pérez, & Rojas, 2021, pág. 212)
Los inmigrantes trabajan vendiendo en la calle como una alternativa con los cuales generan ingresos de manera digna. Pero esta realidad conlleva otros problemas de tipo racial, y se manifiesta en comportamientos colectivos, cuando se aglomeran entre inmigrantes en un espacio de la calle, avenida para ofrecer sus productos; pero, cuando están por agruparse los carabineros lo impiden porque están prohibidas los asentamientos de comerciantes que no tienen autorización de la municipalidad; por ejemplo, uno de los lugares a donde concurren los extranjeros son la Estación Central, el Barrio Enrique Meiggs. En estas vías los ambulantes se estacionan en las esquinas de las calles, avenidas para vender de manera cómoda (Luna Acevedo, 2023).
Con relación a Bolivia, Juliane Müller es su investigación “El comercio popular globalizado” se refiere a las comerciantes que venden electrodomésticos, artefactos electrónicos en la Eloy Salmón y Uyustus de la ciudad de La Paz. Según Müller las comerciantes fortalecen sus redes como una estrategia para acumular mayor capital económico. Esto les facilita realizar viajes a países asiáticos desde los países de donde importan mercadería de línea blanca (Müller, 2022). Otra variable del éxito del comerciante es la experiencia en el rubro y con los ingresos que obtienen les permite invertir en eventos culturales: “entre los comerciantes más influyentes, ser anfitrión (pasante) de una fraternidad de morenada en el Gran Poder promete una recompensa no solamente social, simbólica y afectuosa, sino también económica” (Müller, 2022, pág. 257) fortalece las relaciones sociales en el gremio del comercio a través de los grupos que les facilita viajar, traer mercadería e internar a Bolivia. En resumen, Müller plantea un enfoque positivo de la labor de los comerciantes de las clases populares que en el pasado fueron excluidas por la sociedad urbana.
El comercio ambulante es una ocupación constante en las ciudades bolivianas, se observa con mayor énfasis en la ciudad de El Alto en conurbano con la sede de gobierno La Paz. Al respecto, varios estudios se refieren al comercio como un fenómeno socio territorial (Rojas Pierola, 2016) que aborda la feria 16 de julio de la ciudad de El Alto. Según Rojas, los comerciantes informales desarrollan su labor en un territorio y son parte de un sector social excluido por la sociedad moderna; en ese contexto, reproducen formas de reciprocidad de la cultura de origen con el mundo moderno: “La reciprocidad, la redistribución, la ritualidad, la apropiación toman en esta investigación denominativos aymaras ya no solo rurales, sino también crecientemente urbanos” (Rojas Pierola, 2016, pág. 92). Es decir, el comercio de la calle es una actividad de trabajo de la población urbana popular que no es parte del mercado laboral formal; además, alrededor del comercio se instalan otras ocupaciones como el transporte manual de carga, estibadores que territorializan el espacio público (Mita Machaca, 2019) por tanto, se identifican varias investigaciones que caracterizan a El Alto una urbe del comercio de la calle.
Marco teórico
Trayectoria social
Los ascensos o descensos de estatus, clase de personas y grupos en la sociedad fueron estudiados desde la teoría de la movilidad social que se define como:
el proceso por el cual los individuos de la sociedad pasan de un estrato de la sociedad a otro. Debe tenerse en cuenta que la mayoría de los casos de movilidad- aunque de ninguna manera todos- implican cambios concurrentes en más de una clase de posiciones (Lipset & Bendix, 1963, pág. 22).
Esta categoría ha sido utilizada para explicar los cambios sociales, económicos de un sector de la población de un país que mejora sus condiciones económicas (Cortés & Escóbar Talapi, 2007). Por otro, el concepto de clase social engloba a la sociedad en dos clases antagónicas (burguesía y proletariado); por ejemplo, las estrategias de acumulación de capital en el siglo XXI, se amplía en base a una producción terciaria; donde los trabajadores por cuenta propia se auto explotan para generar ingresos sostenibles.
A diferencia desde una sociología objetiva Pierre Bourdieu plantea el concepto de trayectoria social para estudiar e interpretar las diferencias de clase de la sociedad francesa de fines del siglo XX. Esta teoría discrepa con el estructural funcionalismo y la teoría social marxista porque ambas son deterministas, cuando clasifican a la sociedad en burguesía y proletariado; mientras el funcionalismo define la sociedad como un sistema, donde, los individuos por mérito propio alcanzan un estatus. Para superar estos enfoques clásicos de la sociología, Bourdieu definen la clase social por la relación de las variables de capital cultural, social, económico y simbólico: “La clase social no se define por una propiedad….sino por la estructura de las relaciones entre todas las propiedades pertinentes, confiere su propio valor a cada una de ellas y a los efectos que ejerce sobre las prácticas” (Bourdieu, 1998, pág. 104) Con esta definición, Bourdieu desmitifica las teorías clásicas argumentando que estas no son objetivas; ya que la realidad social es compleja y no es pertinente plantear conceptos deterministas. En ese sentido, partimos del concepto de trayectoria de Bourdieu, como una transición de los agentes por distintas posiciones de clase en el espacio social. Al respecto dice:
de los casos, bastará con indicar que una trayectoria social representa la combinación de la evolución en el curso de la vida de ego del volumen de su capital que puede ser descrito, de forma muy grosera como creciente, decreciente o estacionario del volumen de cada una de las especies (susceptibles de las mismas distinciones), y por tanto de la estructura del capital… (Bourdieu, 1998, pág. 120)
Es decir, el antecedente de la teoría de Bourdieu reside en el debate entre la teoría de clase social de Marx versus la teoría de la acción social de Weber y estratificación de Parsons; más bien Bourdieu fusiona ambos enfoques a partir de las categorías habitus, capital, campo y práctica. Los agentes se diferencian en la sociedad a partir de una sumatoria del volumen global de capital. Estos capitales que posee el agente son parámetros de distinción de clase; por tanto, los agentes pertenecen a una clase social que al mismo tiempo es portador de un habitus, que significa desplegar un conjunto de destrezas y habilidades en una relación social; por ejemplo, para un migrante del área rural el trabajo manual es parte de su vida cotidiana; a diferencia, el agente del área urbana con una profesión académica posee otro tipo de habitus, que incluye el capital lingüístico como una disposición que lo distingue de las clases populares. En ese sentido, la trayectoria social según Bourdieu son los cambios ascendente o descendente en la estructura de posiciones de clase del campo y espacio social. Es decir, en un determinado tiempo los agentes ascienden en la estructura de posiciones del campo del comercio; ya que los agentes (comerciantes) luchan por alcanzar la posición más importante del campo.
Los jóvenes comerciantes son los agentes del campo comercio y la probabilidad de ascenso depende, no solo, de la estructura social; sino también de las habilidades incorporadas en el cuerpo del agente. Los agentes con los tipos de capital5 que poseen contribuyen a la reproducción de su clase; además recorren por distintas posiciones del campo y del espacio social. Al respecto Bourdieu, dice: “Es posible construir un espacio cuyas tres dimensiones fundamentales estarían definidas por el volumen del capital, las estructuras del capital y evolución en el tiempo de estas dos propiedades” (Bourdieu, 1998, pág. 113).
María E. Longo (2011) se refiere a la trayectoria que interpreta la experiencia laboral en una franja de tiempo. Longo enfatiza la característica del empleo en los jóvenes que dejan de estudiar y priorizan la formación escolar en vez de un empleo eventual o formal. En ese sentido, María E. Longo (2011) se refiere a la trayectoria laboral de los jóvenes de Argentina, en los cuales diferencia a los jóvenes planificadores, latentes, ejecutantes y oportunistas. Es decir, la juventud de los estratos populares tiene dificultades de encontrar empleo, siendo común desde el punto de vista laboral los jóvenes ejecutantes y latentes; mientras los planificadores son quienes están en condiciones de estudiar y con base esos resultados consiguen un empleo. Al respecto Longo dice:
Los jóvenes planificadores atrasan y algunas veces resisten la inserción precoz en la actividad o programan hasta el último detalle su decisión primero de formación y a continuación de empleo. La doble trayectoria de empleo y formación es menos frecuente y los estudios mantienen la prioridad (Longo, 2011, pág. 71)
Por tanto, los agentes en el campo y en el espacio social transitan por diferentes posiciones de clase en sentido ascendente, siempre y cuando acumulen mayor volumen global de capital. Y una trayectoria puede ser descendente si reducen el volumen global de capital.
Comercio informal y popular
Después de mediados del siglo XX la ciencia social en América Latina estudia los tipos de empleo, ocupación de la población pobre, migrantes rural en ciudades metrópolis. Esto se enmarca en los debates de la teoría del desarrollo, de la modernización y de la dependencia, siendo una de las tesis de la teoría del desarrollo: “la industrialización por sustitución de importaciones”, que se concreta con la creación de industrias nacionales administradas desde Estado. A esto se denominan modelo de desarrollo estatista, que en los ochenta del siglo XX desemboca en una crisis económica que obliga a los gobiernos realizar reformas estructurales y transitaron a una economía neoliberal dando salida a la crisis social. En ese contexto se promueve una migración interna del área rural al área urbana, donde, la población migrante crean sus empleos, emprendimientos productivos que opera fueran de las normas estatales que regula una actividad económica (La Cruz Bonilla, 2010). De esta economía no regulada se desprende el comercio informal constituyéndose un sector dominante, donde, trabajan los migrantes del área rural que no tiene un empleo fijo y para tener ingresos venden mercancías en la calle.
En esta perspectiva se expande el comercio informal por las deficientes políticas de empleo, ya que el Estado no puede absorber la mano de obra excedente que busca trabajo (Tokman, 2004), como consecuencia, la población se dedica a empleos por cuenta propia y al comercio ambulante o instalando un puesto fijo en las calles o ferias6. Asimismo, otra causa de las economías no reguladas son las normas que restringen instalar un negocio a quienes no tienen autorización ni permiso del Estado. Ante esas barreras legales explosiona el comercio de la calle y los empleos por cuenta propia. Finalmente, el otro enfoque es la globalización de la economía popular que se constituye en base al capital social y la creatividad de los agentes que gestionan el acceso a los mercados globales de países asiáticos de donde importan mercancías a América Latina. Sobre la lectura contemporánea de la economía informal Keith Hart dice:
La idea de una economía informal nació a principios de los años setenta, cuando la época de los Estados desarrollistas de la posguerra estaba llegando a un fin. Cuarenta años más tarde, según parece, la economía ha escapado ya a todos los intentos de hacerla responsable públicamente (Hart, 2015).
Por tanto, el comercio informal son actividades económicas de baja escala, de escaza inversión de capital y no están registrados por el Estado, lo que deriva en la evasión de impuestos al no pagar los tributos por las ventas que realizan y son sectores económicos que no tienen acceso a los derechos sociales, laborales, siendo un panorama precario para el comerciante. Sin embargo, desde la economía popular se resalta la capacidad de personas de origen rural y urbano popular que acumulan capital económico en base al comercio, hasta convertirse en importadores de grades volúmenes de capital (Alba Vega, Lins Ribeiro, & Gordon , 2015).
Metodología
Antes de realizar el trabajo de campo en las ciudades de Santiago de Chile y El Alto Bolivia7 se identificó, el comercio de la calle como un fenómeno social cotidiano en las dos ciudades que pertenecen a países opuestos en su desarrollo económico. Por lo cual se trató de comparar el caso de los jóvenes comerciantes en Santiago con los de El Alto. Para recopilar información de campo de los actores, se propuso las herramientas de investigación: entrevistas en profundidad e historias de vida; los cuales permite conocer la trayectoria social y laboral de los jóvenes comerciantes. En ese sentido se realizó un trabajo de campo durante seis meses, primero en Santiago de Chile, donde se entrevistó a 62 comerciantes entre chilenos y extranjeros; después en Bolivia se realizó 48 entrevistas a comerciantes bolivianos en su totalidad. Pero, para el presente artículo se eligió a 7 entrevistados de comerciantes en Chile. Mientras para el caso boliviano se eligió 4 entrevistados. Para cada caso se seleccionó las entrevistas a partir de los siguientes criterios: marginalidad “excluidos de la totalidad social”; excelencia “potenciales informantes” y normalidad “sugerencia de los mismos comerciantes”. El análisis de la información cualitativa se ha realizado a través de la técnica de análisis temático. Para ello, primero se han desagregado los contenidos en fichas temáticas; segundo, se vuelto a reagrupar las fichas temáticas de acuerdo a una nueva clasificación de temas y subtemas relacionado con los objetivos específicos de la investigación. A partir de esa labor se han realizado las interpretaciones empíricas y segundo el análisis con el marco teórico.
Resultados
Trayectoria social de jóvenes comerciantes en Santiago de Chile
Para los jóvenes chilenos y extranjeros el comercio ambulante es una ocupación central, con los cuales, solventan los gastos de alimentación, pagan sus rentas de la habitación donde pernoctan y más aún, si no, tienen un progenitor que les apoyen, se sienten urgidos de ahorrar para sus gastos. Algunos comerciantes tienen aspiraciones de estudiar, trabajar y aprender a administrar sus ingresos de manera autónoma. En el caso de los migrantes extranjeros en su mayoría provienen de trayectorias sociales tramadas por la ausencia de apoyo familiar, el abandono escolar y la falta de recursos económicos pareciera catalizar la incursión a cualquier trabajo. Por esa situación trabajan en lo que pueden; por ejemplo, lavando platos en un restaurante, arreglando autos, motos en un taller y vendiendo mercancías al detalle. En el proceso migratorio a Chile se identifican dos trayectos; primero, trabajan en el sector de la construcción, mecánica, servicio doméstico. Segundo, es la incursión directa al comercio ambulante o vendiendo para otro comerciante en un negocio formal.
En ese sentido, el comercio ambulante es una labor que emplea a los migrantes de la región; por ejemplo, venezolanos, peruanos, haitianos, colombianos, ecuatorianos y bolivianos en Santiago, así también en otras ciudades de Chile8. Por otra parte, algunos extranjeros provienen de zonas rurales de sus países, lo que se visibiliza los rasgos étnicos y el esfuerzo por el trabajo como la única vía de asenso social. Finalmente, la decisión de emigrar expresa un destino no previsto por las circunstancias que han vivido.
Empleos temporales precarios
Los jóvenes inmigrantes aprenden los conocimientos de mecánica, construcción trabajando en empleos temporales en sus países de procedencia y así también cuando llegan a Chile trabajan en empleos de baja remuneración; por ejemplo, en el servicio doméstico trabajan las peruanas, porque son valoradas por sus habilidades en gastronomía, o en restaurantes percibiendo ingresos bajos. Por ejemplo, Ruth es una comerciante ambulante, tiene 25 años de edad, proviene de Lima Perú. Cuando llegó a Santiago trabajó primero en un restaurante donde vendían comida. En este empleo, según ella, la explotaban porque se quedaba más de las ocho horas hábiles y percibía 10 mil pesos por día:
Antes de meterme en el comercio ambulante, yo trabajaba en un restaurante y me explotaban; por ejemplo, entraba a las once de la mañana, salía once y doce de la noche, y me pagaban 10 lucas. A veces comía, y a veces no comía (Ruth, comunicación personal, 28.11.2019)
Cuando se realizó la entrevista, Ruth vendía ensaladas de sandía a 1000 pesos el vaso. todos los días en el barrio Meiggs, con lo que se auto sustentaba para mantener a sus dos hijos.
Similar experiencia laboral tuvo Miguel, comerciante de Chimbote Perú, cuando llegó recién a Chile trabajaba en un restaurante lavando platos, incluso en forma ilegal. Al respecto dice lo siguiente: “… No, yo llegué a Chile y empecé a trabajar con restaurante, lavando platos para un chileno, pero, era muy explotador verdad … Diez mil pesos (por día), de diez de la mañana hasta las seis de la tarde” (Miguel, comunicación personal, 13.12.2019). Para los jóvenes migrantes que llegan a Chile los empleos en restaurantes, construcción, servicio doméstico pertenecen a una baja posición de clase. Por ejemplo, en el caso de Diego (peruano), llegó a trabajar en la construcción, donde percibía un ingreso menor a lo que vende en la calle.
Yo llegué a trabajar en la construcción y llegué a ser maestro, instalación de ventanales acá en Chile. Yo ganaba bien, Más que todo no me gustaban los horarios porque es levantarse temprano, como aquí ganaba lo mismo, de repente algo más. Entonces me dediqué al comercio, ese es mi caso. Pero si hay otras personas que se dedican por necesidad. Al menos los extranjeros, no tienen los papeles, se dedican a esto (Diego, comunicación personal, 12.11.2019)
En estos empleos trabajan los inmigrantes haitianos en Santiago, primero en la construcción, teniendo un acceso directo que no exige requisitos de título o documento que acredite el conocimiento del oficio. Por ejemplo, Wilder es de Puerto Príncipe Haití, tiene 30 años de edad, vendía en la calle exposición del barrio Meiggs. A un principio trabajó dos años en la construcción en la comuna de Puente Alto. Ese empleo lo consigue a través de un amigo. Tenía un sueldo de 400 mil pesos; donde, ingresaba a las ocho de la mañana y salía a las seis de la tarde. Ahora vende zapatillas en un puesto de la calle Exposición; según él, en un día vendía 50 mil pesos chilenos, aunque siendo un producto accesible para la población de escasos recursos, decía que a veces no vende: “A veces no vendo, como hoy solo he vendido un zapato” (Wilder, comunicación personal, 25.11.2019). La mercadería lo compra por un valor de 300 mil pesos. Cada zapato vende a 10 mil pesos y es recurrente ver a haitianos vendiendo zapatillas a 10 mil pesos chilenos, lo cual es económico y accesible para el público.
Figura 1
Inmigrantes haitianos, dominicanos y otros vendiendo zapatillas
Fuente: Héctor Luna Acevedo, Estación Central, trabajo de campo 29.08.2019
Trayectoria laboral descendente
Jhony (chileno) es un comerciante ambulante que vende empanadas en un carro móvil en la Avenida de Los Libertadores Bernardo O’Higgins, tiene 22 años de edad. Cuando se le entrevistó vendía ambulando, ya que había dejado de estudiar y su último grado cursado fue el sexto de primaria, por entonces vivía solo con su madre: “No de mi familia pagué, yo solo vivo con mi mamá, los dos nomás, siempre hemos luchado los dos” (Jhony, comunicación personal, 04.09.2019), además tiene un hijo por el cual trabaja y no tiene pareja: “(…) Si, tengo hijos, una de seis años (…) No tengo esposa, soy soltero, (pero tienes un hijo que cuidar), si po” (Jhony, octubre 2019) en la entrevista por sus dichos, no tenía interés de estudiar, más bien se auto valoraba diciendo que él gana más plata: “No, yo gano más plata que un loco que estudia, po, gano más que un loco que estudia, po” (Jhony, comunicación personal, 04.09.2019). En su caso, la necesidad económica le obligaba trabajar en vez de estudiar; pero, al manifestar su desilusión por el estudio se auto predice un futuro laboral inestable. Jhony vivía en Puente Alto, una de las comunas más populares del sur de la Región Metropolitana de Santiago. Por lo que afirma Jhony desconoce el valor que significa tener una profesión a futuro. En términos de Bourdieu, Jhony se posiciona en el punto más bajo del campo del comercio y del espacio social, porque posee los índices más bajo del capital cultural institucional y capital económico; aunque, tiene experiencia de vendedor ambulante, siendo un habitus que adquieren los jóvenes de sectores populares.
En otro caso, Carla es una comerciante ambulante que vende accesorios de celular en la avenida Libertador Bernardo O’Higgins, tiene 20 años de edad, actualmente vive con su mamá y su pareja en la comuna de San Miguel. Pero por razones económicas y problemas de sus padre y abuelos su familia se desintegra y Carla queda viviendo con su madre: “Mi mamá, mi papá no hablo con él… lo que pasa es que mi papá fue detenido hace 17 años que no lo veo” (Carla, comunicación personal, 18.01.2020) Esta situación influye en ella a dejar los estudios cuando cursaba segundo medio, después, su abuela cae detenida como dice ella, y no tenía alguien que le ayude económicamente para seguir estudiando: “Porque mi abuela cae detenida, yo no tenía los suficientes recursos económicos. Al tener que cuidar a mi primo chico, tenía que saber cuidarlo, tenía que dejarlo un poco más de los estudios po…” (Carla, comunicación personal, 18.01.2020). Ahora piensa volver a estudiar: “Si, así como voy con mi negocio, yo creo que ya, el próximo año voy a volver a empezar de nuevo, a retomar los estudios”. (Carla, comunicación personal, 18.01.2019). Los problemas de sus progenitores influyen negativamente en ella. Cuando dejó de estudiar, convive en una familia sin padre, porque, este les había abandonado. Situación que agravó su económica precaria de su casa y la obligó buscar ingresos vendiendo en la calle a partir de sus 14 años, donde salía a vender en ferias comerciales:
Yo de chiquitita soy comerciante, trabajaba en las ferias antes, desde los catorce años que trabajo en las ferias, ahora estoy comerciando aquí en la Estación Central que es más público, aquí se puede colocar de todo y se va a vender (Carla, comunicación personal, 18.01.2019).
El capital invertido en su negocio de accesorios de celular era entre 100 mil a 200 mil pesos chilenos. En un día vendía 25 mil pesos y la ganancia es de 15 mil pesos. Muchos jóvenes se inician en el comercio con un capital de 50 mil pesos y de a poco ahorran y compran más mercadería de acuerdo a los gustos del cliente. Por tanto, en la estructura de posiciones del comercio informal Carla pertenece al estrato más bajo; además, no tenía permiso de la municipalidad de Santiago para vender en vía pública. Esto lo sitúa en una posición subalterna ante otros comerciantes que tienen casetas y pagan patentes e imposiciones; siendo criterios que desahucian a los ambulantes que no tienen obligaciones tributarias con la municipalidad. Así también, Carla tiene un bajo capital cultural institucional, económico y simbólico, este último, por la reputación negativa de sus padres, socialmente pertenece a familias marginadas sin empleo ni profesión; aunque, ella se esfuerza vendiendo en la calle para para cambiar esa imagen y comprarse una casa, un auto: “…Lo que más quiero es tener mi auto, mi casa, como toda persona, como toda la gente lo desea…” (Carla, comunicación personal, 18.01.2019).
Richard es un joven comerciante ambulante de Santiago, tenía veinte años de edad y vendía artesanía y mercancía china en la acera del Mall Plaza Alameda de la comuna Estación Central. Asimismo, vivía con su pareja cuatro años y se había desvinculado de sus padres: “Vivo a parte con mi pareja, a parte, hace 4 años que me separé de mi familia” (Richard, comunicación personal, 17.12.2019). En su caso, trabajar ha sido recurrente en su vida: “de chiquito, me crie en la calle siempre de chiquito…Esto es lo que me gusta a mí, la calle. No me gusta la rutina, entrar a las ocho y salir tarde a la calle” (Richard, diciembre 2019). Para él, la calle es un lugar de trabajo, donde, está habituado vendiendo todos los días: “Me levanto a las 7 y hasta las nueve de la noche” (Richard, comunicación personal, 17.12.2019). Asimismo, fue aprendiendo oficios técnicos que le permite trabajar: “Hago Olla, freidora de aluminio. Tengo un torno artesanal, con mi motor, a esto me dedico…. tenía diez años, cuando mi papá me metió al torno” (Richard, comunicación personal, 17.12.2019) Richard decía no tener interés por seguir estudiando, más bien prefiere trabajar en su taller de torno y en la venta de artesanías: “No me gusta el estudio, es la flojera, los años que hay que estudiar” (Richard, comunicación personal, 17.12.2019). Richard provienen de familias, donde los padres obligan a los hijos a trabajar desde niños, les enseñan a valorar el dinero que se obtiene con esfuerzo y a ser independientes económicamente: “Mi vida, me siento una persona adulta, con nadie cosa de ellos. Los jóvenes trabajan para tener cigarro o para tomar, por eso digo que hay que tener responsabilidad” (Richard, comunicación personal, 17.12.2019).
Tabla 1
Capital económico jóvenes comerciantes en Santiago
Nombre |
Nacionalidad |
Estudios |
Experiencia laboral previa |
Tipo de mercadería |
Capital de inversión |
Venta diaria |
Richard |
Chileno |
Primaria |
Ninguna |
Venta de productos chinos |
100.000,00 |
60.000,00 |
Carla |
Chilena |
Secundaria |
Servicio doméstico |
Accesorios de celular |
150.000,00 |
25.000,00 |
Jhony |
Chileno |
Secundaria |
Ninguna |
Empanadas |
100.000,00 |
25.000,00 |
Miguel |
Peruano |
Secundaria |
Restaurantes, mecánica |
Medias de calzado |
30.000,00 |
40.000,00 |
Ruth |
Peruana |
Secundaria |
Restaurantes |
Ensaladas de fruta |
40.000,00 |
20.000,00 |
Diego |
Peruano |
Secundaria |
Construcción |
Lentes |
50.000,00 |
20.000,00 |
Wilder |
Haitiano |
Primaria |
Construcción |
Zapatillas |
300.000,00 |
50.000,00 |
Fuente: Elaboración propia, datos obtenidos de las entrevistas en profundidad.
Trayectoria social de jóvenes comerciantes en El Alto Bolivia
En El Alto la expansión del comercio de la calle obedece a cambios de las políticas neoliberales desde mediados del ochenta (siglo XX). Estas medidas incidieron en la migración de trabajadores mineros, campesinos al área urbana para emplearse en el comercio informal y en emprendimientos productivos. En este periodo se acelera el crecimiento demográfico de El Alto, con un índice superior al resto del país9 (INE, 2021). En ese contexto, la juventud alteña de ahora son los hijos y nietos de los migrantes rurales de la década del setenta y ochenta que llegaron a El Alto y La Paz. Es decir, esta población incursionó en el comercio para garantizar un ingreso económico sostenible. El crecimiento urbano de la ciudad de El Alto también se debe a las reformas económicas que transformó la estructura social de las ciudades10.
Según el Censo Nacional de Población y Vivienda del 2012 (INE 2012) la mayoría de los habitantes han nacido en El Alto, mientras en anteriores Censos, la mayoría de la población alteña era migrante. Este dato explica el problema de acceso laboral en los jóvenes que prefieren instalar un puesto de venta en vez de buscar un empleo. Según Juan Arbona, la población que se dedica al comercio y de las organizaciones sociales construyen su ciudadanía participando en actividades orgánicas, desde donde interpelan al propio Estado (Arbona, 2010). Para este sector el comercio en la calle es una fuente de ingreso para los jóvenes que estudian en secundaria, universidad, o algunos tienen familia; y, por necesidad se dedican al comercio.
Daniela es una joven de 18 años de edad, bachiller de colegio, vendía playeras en la avenida Tiahuanaco cerca de la calle 5 de la zona 12 de octubre. En su caso el comercio es una necesidad, ya que tiene un hijo que mantener, mientras su pareja está en el servicio militar: “Si, tengo mi nena, mi esposo está en el cuartel” (Daniela, comunicación personal, 18.03.2020) La mamá de Daniela vende comidas dos días a la semana en la zona 16 de julio. Su caso indica que los jóvenes de los estratos populares de El Alto comienzan a trabajar desde que están en la secundaria, mientras otros desde la primaria. Después de concluir el bachillerato los varones priorizan asistir al servicio militar; pero, encausar una trayectoria laboral es parte de la cultura de trabajo de los sectores populares, que obligan a los hijos a trabajar de ayudantes en un taller, en un puesto de venta para que contribuyan con la economía familiar. Es así como Daniela se dedica a vender en la calle para pagar sus gastos de casa, la alimentación de su hijo y por ahora sólo piensa en trabajar, por su responsabilidad materna de mantener a su hijo; es decir, dedica su tiempo libre a su familia a diferencia de otros jóvenes que disponen de ese tiempo para participar en eventos sociales con amigos, etc. Al respecto dice: “… Llego vendo, me voy a mi casa, me descanso, un día también voy a visitarle a mi esposo…” (Daniela, comunicación personal, 18.03.2020). El esposo de Daniela presta su servicio militar en un cuartel de la ciudad de Oruro, mientras ella vive con su hijo y familia en la ciudad de El Alto. Finalmente, estos jóvenes reproducen la trayectoria laboral de sus padres que tienen una historia laboral de sacrificio.
Figura 2
Comercio informal en la ciudad de El Alto
Fuente: Héctor Luna Acevedo, 01.10.2020.
Los jóvenes mayores a los 25 años de edad tienen experiencia de trabajo en Bolivia, y además en Argentina, Brasil a donde fueron a trabajar en la costura. Después de dos años o más, retornan al país e instalan un negocio en la calle. En ese trayecto conformar una familia, siendo una regla social de los sectores del comercio; con lo que consolidan una vida independiente y un patrimonio para aliviar a los progenitores de la responsabilidad económica; por ejemplo, para las mujeres tener una familia significa estar protegidas económicamente.
Lourdes con 29 años de edad, casada y con dos hijos vende ropa en la Avenida Tiahuanaco de la Ceja de El Alto, mientras su esposo trabajaba de albañil y no tenía un empleo permanente. Al respeto Lourdes decía: “Recién he salido, cuando eran pequeño mis hijos vendía, ahora ya he vuelto a salir, recién nomás” (Lourdes, comunicación personal, 12.07.2020) Lourdes estudió hasta segundo medio: “Hay universitarios, he visto también yo vender, pero, no pues, según a la suerte también, porque yo vengo de provincia también no. Me ido a Argentina, de ahí he vuelto con mi esposo” (Lourdes, comunicación personal, 12.07.2020). Al abandonar sus estudios su objetivo fue trabajar, con ese propósito emigra a Argentina a emplearse en la costura y después retorna a Bolivia con su familia. Acerca de su experiencia en el país vecino señala: “yo trabajaba lo normal, trabajaba de ocho hasta las 12, almuerzo, de ahí trabajábamos hasta las seis, y eso nomás, te daban almuerzo comida, todo era bien.” (Lourdes, comunicación personal, 12.07.2020) Desde que ha retornado a Bolivia, en El Alto se dedica al comercio al igual que otros jóvenes que vuelven de Brasil, Chile o Argentina con un capital para invertir en un negocio. Ahora, Lourdes vende ropa para mujeres en la avenida Tiahuanaco de la Ceja: “…la primera vez yo he empezado con 600 bs … He salido así en las ferias, hay venta, he hecho crecer mi mercadería, he agarrado lencería todas esas cositas…” (Lourdes, comunicación personal, 12.07.2020) en sí el comercio para Lourdes es relativo en ingresos ya que depende de la oferta y demanda: “…Yo creo que sí, es suficiente … pero siempre para ahorrar no da pues …” (Lourdes, comunicación personal, 12.07.2020). Ella se responsabiliza de la economía de su familia, mientras vivía en alquiler; estar en esa condición le impulsa ahorrar dinero, en una labor que no exige horarios fijos, sino, depende de los tiempos que ella misma dispone: “… Ehhh prefiero que venda así, que trabaje para la gente… no pues, sale cuando quiere, nadie no tiene jefe, en una emergencia, me voy nadie me dice nada pues…” (Lourdes, comunicación personal, 12.07.2020). En la Ceja de El Alto se observa a muchas mujeres vendiendo en un puesto fijo o ambulando en calles concurridas por transeúntes y movilidades.
Indira, es una comerciante que ambula por calles de la Ceja de El Alto, ella es de La Paz, tiene 23 años de edad, vende en el puente peatonal de la avenida 6 de marzo. Terminó su bachillerato el 2015 en el colegio Eduardo Abaroa de la ciudad de La Paz. Ahora tiene su pareja y un hijo, pero no está casada: “No, no me casé, solo me juntado, me junté nada más (…) En si tres años soltera, luego después me juntado, son cinco años” (Índira, comunicación personal, 15.06.2020) al encontrarse en condición de madre de familia se siente obligada de vender todos los días medias para niños y jóvenes. Esta mercadería los adquiere de un comerciante mayorista de la Ceja de El Alto y de La Paz.
… de invertir, se invierte una fuerte cantidad, porque todo; por ejemplo, la docena de medias está 30 bs., y no se gana mucho, se gana 10 bs., nomás de cada paquete, a veces está a 32 sube dependiendo, agarro de EL Alto o de abajo tengo que ir a ver dónde es más barato y así, para poder ganar un poco más, y de invertir no se invierte mucho, pero así, así de ganar al día, vendo, si hay venta vendo 80 bs., o unos 100 bs., si no hay, entonces, 40 o 50 bs (Indira, comunicación personal, 15.06.2020).
Su pareja trabajaba de ayudante en la construcción (casa) y ambos dependen del comercio y empleo informal: “Es por falta de dinero, no me querían contratar en ningún lado, en ningún lado me querían contratar y tuve que optar por esto” (Indira, comunicación personal, 15.06.2020) Una causa que explica esta situación laboral es no contar con una profesión consolidada, ya que Indira si bien concluyó el bachillerato, pero, en Bolivia ese título no garantiza el acceso a un empleo de calidad. Por tanto, las familias jóvenes con hijos priorizan trabajar en un empleo eventual, comercio y estudiar carreras técnicas que les ayuden en un emprendimiento familiar. Al respecto dice Indira:
No es que me llame la atención, tengo yo ya mi hijito entonces, tengo que ver por él, entonces tengo que estudiar una carrera que me pueda dar ingresos ya nomás, como; por ejemplo, quería estudiar para profesora y no he podido meterme este año porque me ha pisado el tiempo (Indira, comunicación personal, 15.06.2023).
Cuando conforma su familia interrumpe su trayectoria escolar. Esta situación conduce a una trayectoria laboral inestable, ya que no tienen una profesión que les permita acceder a un empleo formal.
Cuando los jóvenes concluyen el bachillerato están ante dos opciones, uno, es seguir los estudios superiores, lo otro es trabajar o seguir en esa ruta que comienzan desde la secundaria. Sin embargo, en los estratos populares la tendencia al trabajo es más recurrente por la crisis económica que afecta a familias sin empleo fijo; más bien depende de empleos temporales. La desintegración familiar, la ausencia de los progenitores obliga a los jóvenes transitar a una vida independiente. Es el caso de Cristóbal, alteño, tiene 23 años de edad, vendía accesorios de celular, parlantes, audífonos en el puente peatonal de la avenida 6 de marzo. Cristóbal estudió en un colegio fiscal de la ciudad de El Alto, de donde salió bachiller, después se dedica al comercio ambulante. Al respecto dice: “desde el año 2018 es, porque en el 2017 he acabado con el curso de la promoción. Entonces, yo en el año 2018 me puse a mediados de año a vender nomás, porque no encontraba todavía un trabajo” (Cristóbal, comunicación personal, 20.03.2020). Por lo que señala, ante la dificultad de encontrar empleo optan por vender en la calle de manera libre y sin asociarse a ningún gremio.
Los jóvenes trabajan en empleos temporales de baja remuneración más de las ocho horas, ya que no están en condiciones de cumplir los requisitos que exige un empleo formal. Al respecto Cristóbal dice: “Si, primeramente, estaba buscando trabajo así, pero creo que pedían muchos requisitos, hasta en el teleférico había, pero, pedían muchos requisitos” (Cristóbal, comunicación personal, 20.03. 2020), después de salir bachiller postula a la empresa Mi Teleférico, pero fue rechazado y ante eso decide vender ambulando, donde, vende entre 200 a 400 bs., por día, a diferencia de otros comerciantes, él ofrecen mercancías de bajo costo. Esta actividad había iniciado con un capital de 300 bs., y ahora tiene acumulado entre 5.000 a 6.000 bs. Al respecto dice:
(…) En un día, por ejemplo, dependiendo es, ahora estoy haciendo 200, 300, suficiente, para mí solo… A lo mucho he vendido 400 y algo más, 450 bs… Yo me iniciado con 300 bs… De 5000 bs. A 6000 bs (Cristóbal, comunicación personal, 20.03.2020).
Cristóbal piensa más en trabajar, después instalar un emprendimiento en vez de estudiar una carrera universitaria. Esto porque los jóvenes de estratos populares de El Alto piensan más en obtener ingresos trabajando por cuenta propia. Al respecto Cristóbal dice: “La verdad es que he hablado con algunos y algunos muchos piensan así de El Alto. Quieren ser emprendedores, quieren emprender y eso desde el colegio, desde que he sido niño, siempre he querido eso” (Cristóbal, comunicación personal, 20.03.2020). Para Cristóbal el futuro de un joven está en crear un emprendimiento que les permita sobrellevar una vida independiente y conformar su propia familia.
Tabla 2
Capital económico jóvenes comerciantes de El Alto
Nombre |
Estudios |
Ocupación previa al comercio |
Tipo de mercadería |
Capital de inversión (Bs.) |
Venta diaria (Bs.) |
Lourdes |
Secundaria incompleta |
Empleo en costura |
Venta de medias para niños y adultos |
600 |
120 |
Indira |
Bachillerato |
Estudio |
Ropa (medias para niños y jóvenes) |
1000 |
90 |
Cristóbal |
Bachillerato |
Estudio |
Accesorios de celular y electrónicos |
6000 |
350 |
Daniela |
Bachillerato |
Estudio |
Venta de ropa |
10.000 |
600 |
Fuente: Elaboración propia, datos obtenidos de las entrevistas en profundidad.
Conclusiones
Los casos analizados de los jóvenes comerciantes que venden ambulando en las calles de Santiago de Chile se han insertado al comercio por las condiciones precarias de sus familias, los conflictos y la necesidad económica que les impulsa a buscar fuentes de ingreso vendiendo mercancías en la calle. En el caso de los chilenos se advierte una desintegración de la familia nuclear como un factor que les impulsa a los jóvenes a buscar ingresos económicos por su propio medio. El comercio ambulante es una alternativa legítima hacia ese propósito. Asimismo, el trabajo está arraigado en las familias que influyen en los jóvenes a trabajar desde niños o adolescentes. El comercio para ellos es una ocupación que puede ser transitorio para quienes estudian, o tienen perspectivas laborales de mejores ingresos económicos. En cambio, para otros jóvenes que abandonan la escuela el comercio es una labor permanente.
En el caso de los jóvenes migrantes extranjeros que fueron entrevistados la mayoría son del Perú y un haitiano. Lo que señalan es una representación de lo que ocurre con los migrantes en Chile. Concretamente en la Estación Central, barrio Enrique Meiggs, Avenida Libertador Bernardo O’Higgins, Paseo Puente (Centro Histórico) son lugares donde se observa a extranjeros ofreciendo mercancías y alimentos. Además, se esfuerzan al invertir en sus negocios y dedican a vender todo el día, con el propósito de quedarse en Chile, aunque otros piensan con el tiempo retornar a sus países. Pero, son los que permanecen más tiempo en la calle vendiendo gastronomía, alimentos en las ferias libres y áreas comerciales. Este sector lucha por mejorar sus condiciones económicas a nivel personal, familiar, por ello se encaminan a una trayectoria ascendente, al combinar el capital económico con el capital cultural incorporado. Mientras para los jóvenes chilenos vender en la calle puede ser una ocupación temporal, colateral a sus estudios.
Para los jóvenes comerciantes bolivianos esta actividad es una oportunidad que les permite sobrellevar una vida independiente; estudiar, sostener una familia y colaborar con la economía de sus padres. Por otro, las habilidades incorporadas les habilita para trabajar por cuenta propia y autosostenerse económicamente. La combinación entre las habilidades para el trabajo con la formación escolar en el que persiste algunos jóvenes del comercio resulta una estrategia de ascenso social, de una trayectoria que se inclina a transitar hacia una mejor posición de clase. En cambio, la trayectoria puede ser descendente cuando los jóvenes del comercio despilfarran el dinero que obtienen con esfuerzo, por ello valoran el dinero que obtienen con fuerzo.
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1 Universidad Mayor de San Andrés, La Paz, Bolivia. Correo electrónico: lunaayrampu@gmail.com. ORCID: http://orcid.org/0000-0001-9888-7575.
2 La Ceja de la ciudad de EL Alto es un área urbana donde el comercio informal, ambulante se concentra en mayor proporción.
3 Bolivia el 2005 tenían un índice de desigualdad social de 0.60 era uno de los países más desiguales, pero el mismo para el 2020 llega a 0.42.
4 En los últimos años se ha incrementado el comercio informal, por la misma sociedad que demanda algún producto, insumo a su alcance, es decir, la población consume cada más bienes y productos. Estudios recientes se refieren al incremento del consumo de los estratos sociales bajos (Paz Arauco & Velasco Unzueta, 2018), que generan mayor demanda en la compra de bienes de consumo y servicios.
5 Capital social, cultural, económico y simbólico.
6 Las ferias o feria en Bolivia significan un lugar donde los comerciantes instalan sus negocios en la vía pública durante dos días discontinuos de la semana. Estos lugares pueden ser las calles de un barrio, u zona urbana. En Santiago de Chile también existen las ferias libres que comercian los fines de semana en diferentes zonas, comunas de la Región Metropolitana.
7 Este documento recoge los datos de campo de una investigación de tesis de doctorado, que está referenciada como: Luna Acevedo, Héctor. (2021). Trayectoria social de jóvenes comerciantes informales en Santiago de Chile y El Alto Bolivia. México, Doctorado en Ciencias Sociales y Políticas, Universidad Iberoamericana de Ciudad de México. El autor agradece el apoyo económico del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología CONACYT de México.
8 En otra entrevista un migrante ecuatoriano señalaba que primero llegó a trabajar como albañil en Iquique, después comenzó a vender como ambulante en la playa y segundo, se vino a vender en el comercio a la capital de Santiago.
9 El crecimiento urbano de la ciudad de El Alto tiene un índice mayor al resto de las ciudades capitales, aunque este ascenso de la población urbana es comparable con el crecimiento urbano de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra.
10 La expansión urbana de la ciudad de El Alto entre otros factores obedece a la reforma agraria de la década del cincuenta siglo XX. Esta medida ha incentivado fraccionar las parcelas de tierra en lotes que en el tiempo se han convertido en barrios urbanos. Según Arbona, El Alto: “nació de varios procesos históricos y coyunturas sociales” (Arbona, 2011, pág. 115).