Aproximaciones teóricas diferenciadas al fenómeno del análisis de clases en la pesca artesanal
Theoretical differing approaches to the phenomenon of social classes analysis in small scale fisheries
Fecha de recepción: 15 de octubre de 2017 / Fecha de aprobación: 28 de abril de 2017
Miroslav Pulgar Corrotea1 y Constantino Villarroel Ríos2
Resumen
A partir de una serie de transformaciones en la estructura social de las comunidades de pescadores artesanales, asociadas a los impulsos de modernización de la actividad pesquera chilena, el presente ensayo tiene el propósito de relacionar las interpretaciones neomarxistas y neoweberianas sobre la noción de clases, con la diferenciación social existente en una comunidad de pescadores artesanales de la comuna de Valparaíso. Mediante los aportes neomarxistas, se constatan que las oportunidades en la producción y distribución de los recursos que se encuentran en una caleta de pescadores, son limitadas a partir de la ubicación que tienen algunos pescadores en las relaciones sociales de producción de dicha caleta. En el caso de las reflexiones neoweberianas, identificamos que los mecanismos de clausura, como la exclusión y la solidaridad, proporcionan un acercamiento más flexible al fenómeno de la diferenciación social en la pesca artesanal.
Palabras claves: estructura de clases, posiciones de clases, cierre social de exclusión y solidaridad, caleta de pescadores artesanales.
Abstract
As a result of many transformations in the social structure of small scale fishers communities, associated to the driving forces of modernization in the development of Chilean fishing activities, the purpose of this essay is to establish a relationship between Neo-Marxist and Neo-Weberian interpretations related to the notion of social class, and social differentiation present in a small-scale fishers community in the commune of Valparaíso. Through Neo-Marxist contributions it is established that opportunities related to resource production and distribution in a fishers cove are limited on the basis of the position of certain fishers in the social relations of production in such cove. In the case of Neo-Weberian reflexions, we identified that closure mechanisms such as exclusion and solidarity, provide a more flexible approach to the phenomenon of social differentiation in small-scale fisheries.
Keywords: class structure, class position, social exclusion and social solidarity, small-scale fishers bay.
Introducción
Las transformaciones en la estructura de clases de la sociedad chilena, acaecidas desde las últimas décadas del siglo XX hasta nuestros días, tienen relación, entre otros elementos, con el aumento de la cobertura en los diferentes niveles educativos, con la extensión de una “clase de servicio”, como también por el aumento del consumo de bienes y servicios que en décadas atrás eran considerados de consumo exclusivo de los niveles socioeconómicos más altos (León y Martínez, 2001; Torche y Worlmad, 2004; Aguilar, 2009).
Lo anterior es impulsado por un escenario en el que existe una obsesión histérica por superar “lo pasado” (Bengoa, 2009), mediante la aplicación de prácticas y estrategias vinculadas a una interpretación particular de la modernización, la que prioriza el ámbito económico de las teorías de la modernización de origen norteamericano. De este modo, se consolida un modelo de desarrollo abierto, centrado en las exportaciones, en el que la política pasa de un rol protagonista, a una situación secundaria. Bajo este contexto, el protagonismo en el campo económico es tomado por los agentes privados y en el Estado se afianza una tecnocracia que enfatiza la continuidad del sistema económico, de carácter neoliberal, heredado de la dictadura (Silva, 2010; Huneeus, 2014).
Al respecto, la actividad pesquera no es ajena al modelo económico implementado por la dictadura y continuado por los sucesivos gobiernos democráticos (Neira, 2006; Marín, 2007), y ello lo constatamos mediante la creación de una nueva institucionalidad pesquera, adscrita al Ministerio de Economía, Fomento y Reconstrucción, como también por la promoción y desarrollo de una industria pesquera. Lo anterior se suma a la promulgación, en 1991, de la Ley General de Pesca y Acuicultura, y sus consecuentes modificaciones, cuerpo normativo que consolida las reglas creadas antes del regreso de la democracia y formaliza las posiciones de los agentes que participan en el campo económico pesquero.
Asimismo, en la pesca artesanal, durante las tres últimas décadas, se producen transformaciones económicas, políticas y sociales que repercuten en la estructura social de las comunidades de pescadores artesanales. Ejemplo de ello son el movimiento social de pescadores artesanales, el que promovió la organización de sindicatos en cada caleta de pescadores, como también los efectos de la Ley General de Pesca y Acuicultura (LGPA), en los que encontramos la formalización y profesionalización de los diferentes oficios de pescador, o el D.S. N° 355-1995 Reglamento sobre Áreas de Manejo y Explotación de Recursos Bentónicos, que se instala como un instrumento para el aprovechamiento racional de los recursos, y que busca la transformación de los pescadores artesanales en pequeños empresarios de la pesca (Escribano, 2014).
A partir de lo anterior, en el presente trabajo realizamos una reflexión teórica sobre la clasificación social de los pescadores artesanales, específicamente sobre la diferenciación social existente dentro de las comunidades de dichos pescadores. Para dar cuenta de este objetivo, primero nos aproximamos a la noción de clase social mediante las interpretaciones de Marx y Weber. Luego, aplicamos los aportes neomarxistas de Roemer y Wright y neoweberianos de Parkin, a un caso empírico específico, situado en una caleta de pescadores artesanales de la comuna de Valparaíso3. En el análisis del caso, se consideran, a través de las reflexiones neomarxistas y neoweberianas, las estrategias que tienen los pescadores ante los esfuerzos clasificatorios de la LGPA, como también la posición que tiene el Sindicato de Trabajadores Independientes en la caleta observada.
En la discusión y conclusiones realizamos algunas reflexiones sobre la aplicación de ambos enfoques teóricos al estudio de la diferenciación social existente en las comunidades de pescadores artesanales. De hecho, mediante el neormaxismo identificamos que el modelo de Roemer incorpora una mayor capacidad analítica a la teoría de las posiciones contradictorias de Wright, que en el caso de la pesca artesanal se observa con las figuras del patrón-propietario, patrón, entre otras. Ahora bien, la reformulación de la teoría de Wright, al incluir los bienes de organización y de calificación/credencial, permite la utilización de la noción de cierre social de Weber, que Parkin profundiza, y que observa la clase “como un proceso”, es decir, las clases se forman por el acceso o no a ciertos recursos.
Por último, ofrecemos algunas consideraciones, siguiendo a autores como Wright (1989) y Elster (1985; 1986), sobre las potencialidades y desafíos de la aplicación del análisis de clases a niveles micro, que vayan más allá de los análisis de clases y de estratificación de carácter más general. De este modo, las teorías que utilizamos en el presente trabajo reconocen el impacto de las posiciones de clases en las vivencias y conductas individuales de las personas en un espacio local (De Francisco y Carabaña, 1994).
Un acercamiento a las definiciones de pesca artesanal
La modernización de la actividad pesquera, que tiene algunos antecedentes desde mediados de los años 60 con la creación del Instituto de Fomento Pesquero (IFOP) y que es promovida por la dictadura a partir de 1975, es descrita, siguiendo palabras de Wagner (1997), como una “ofensiva modernizadora desde arriba”. Lo anterior conlleva un esfuerzo de clasificación, por parte del Estado, de las empresas, grupos y personas dedicadas a dicha actividad, y, con ello, de una formalización, regularización y promoción de los agentes, históricos y nuevos, dedicados a la pesca. Aquí es necesario mencionar que la pesca artesanal chilena también ha experimentado una “ofensiva modernizadora desde abajo”, la que tiene que ver con el movimiento social que crea en 1986 el Consejo Nacional de Pescadores Artesanales de Chile, y que años después se transforma en una Confederación (Conapach).
Ahora bien, un punto de inflexión del esfuerzo clasificatorio desde el Estado es la LGPA, cuyo antecedente es la denominada “Ley Merino” de 1989 y que tras diversas modificaciones, realizadas durante los primeros meses del gobierno de Patricio Aylwin, es publicada en el Diario Oficial a inicios de 1992. Dicho cuerpo normativo entrega principios de clasificación a los agentes relacionados con la actividad de pesca, como también implementa medidas de ordenamiento para los recursos en situación de sobreexplotación. La siguiente Tabla nos muestra la clasificación social de los pescadores artesanales resultante de la LGPA:
Tabla 1. Clasificación social de los pescadores artesanales
Categoría |
Definición |
Pescador artesanal propiamente tal |
Puede ser patrón o tripulante de una embarcación artesanal. |
Armador artesanal |
Se presume que es el propietario de la embarcación. Puede explotar hasta dos embarcaciones artesanales (en conjunto no podrán exceder de 50 toneladas de registro grueso). Si los propietarios de la embarcación son dos o más personas, se entiende por ello que ambos son los armadores artesanales. |
Mariscador |
Realiza la extracción de moluscos, crustáceos, equinodermos y mariscos en general (aunque eventualmente podría contar con dicha embarcación). |
Alguero |
Realiza la recolección y el segado de algas, sin necesidad del empleo de una embarcación artesanal (aunque eventualmente podría contar con dicha embarcación). |
Fuente. Elaboración propia a partir de la LGPA
Bajo dicha normativa, las definiciones de la pesca se reducen al criterio de tamaño de la embarcación, de hecho, aquí la pesca artesanal es la actividad extractiva realizada por personas naturales mediante embarcaciones de una eslora de no más allá de 18 metros y de hasta 50 Toneladas de Registro Bruto. Lo anterior impulsa a identificar otros elementos que permitan complementar la definición propiciada por la LGPA. De este modo, nos remitimos a la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, 2004; 2005; Crona et, al., 2016), aquí las diferencias entre ambos tipos de pesca –la FAO suele asociar a la artesanal con la pesca en pequeña escala (McGoodwin, 2002)– consisten en las diversas cantidades de inversión en capital y energía que requieren ambas, en la mayor capacidad tecnológica de la pesca industrial, en la que además se experimenta una relación laboral mercantil entre el propietario de la embarcación y sus trabajadores, diferente a lo que sucede con la pesca artesanal, en la que sobresalen los vínculos familiares, o de amistades, en la formación de la tripulación.
En el informe de la segunda reunión del grupo de trabajo sobre la pesca en pequeña escala de la FAO (2004), se reafirman las características anteriores, y se agregan algunas más. Así la pesca en pequeña escala se caracteriza como un sector dinámico, que emplea tecnologías intensivas en mano de obra. Se identifican que las actividades de este subsector se realizan a tiempo completo o parcial y las capturas se dirigen a mercados locales o nacionales. En el caso de las temáticas de género, se expresa que los hombres se suelen dedicar a la actividad extractiva, mientras que las mujeres se ocupan de la elaboración y comercialización de los recursos, como también a la confección de artes de pesca y la recolección de mariscos y algas en las costas (Marugán, 2003). Por otro lado, existen otras actividades auxiliares a la pesca, tales como la construcción de botes, la elaboración de aparejos de pesca, reparación y mantenimiento de motores, entre otras.
En general, las reflexiones sobre la definición de pesca artesanal y pesca industrial, se pueden sintetizar a partir de los siguientes criterios: modo de propiedad; modo de explotación de los medios de producción; y, tamaño de la embarcación. No obstante, a pesar de los aportes clasificatorios revisados, existe un consenso que la heterogeneidad del sector pesquero no es comprensible a través de una tipología de polos extremos (Rubio-Ardanaz, 1997; 2003; FAO, 2004; Johnson, 2006; Guyader, 2013). Así, Johnson (2006) sugiere establecer definiciones heurísticas de los tipos de pesca, es decir, como un apoyo para la comprensión de la heterogeneidad del sector. En concreto, este autor destaca que las propiedades de las tipologías no son una fiel representación de la pesca artesanal. A raíz de lo anterior, expresamos la necesidad de incorporar a las definiciones o modelos sobre pesca un elemento histórico, independiente de su interés científico, sobre todo cuando las clasificaciones provienen, no de la comunidad científica, sino del Estado.
Es por lo mismo que se hace necesario contar con una definición que no se limite al modo de propiedad de los medios de producción y/o al tamaño de la embarcación. En este punto contamos con los aportes que relacionan la pesca artesanal con la noción de pequeña escala, por lo tanto, incluye, de algún modo, el enfoque sobre los capitales de Bourdieu (2001). Al respecto, la pesca artesanal o de pequeña escala tiene un menor capital financiero, tecnológico, político y simbólico que la pesca industrial (McGoodwin, 2002; Rivera, 2015), ello no significa que los pescadores artesanales sean unos agentes marginalizados dentro del campo económico específico.
A partir de aquí se reconoce la posibilidad de aplicar temáticas propias de la sociología, como la diferenciación, el análisis de clases o de estratificación social, al estudio de la pesca artesanal. Para comenzar con ello, realizamos la apreciación de que los estudios sobre análisis de clases o los de estratificación dentro de las comunidades de pescadores tienen un mayor desarrollo en la antropología (Breton, 1976; Alegret, 1989), mientras algunos estudios sociológicos se remiten a categorías de lo rural para dar cuenta de la diferenciación social macroestructural de los pescadores artesanales4 (Marugán, 2013).
Pescadores artesanales: relaciones de producción y fuerzas productivas
Para abordar la temática del presente trabajo desde una perspectiva marxista, debemos recurrir a nociones clásicas como fuerzas productivas, relaciones de producción, explotación y dominación. Algunos antropólogos pesqueros (Alegret, 1989), incluso, han trabajado sus investigaciones influenciados por la noción de acumulación originaria, presente en el Capítulo XXIV de “El Capital” (Marx, 1999).
Aunque Marx (1975) reconoce que los pueblos dedicados exclusivamente a la pesca –y a la caza– están fuera de lo que es el desarrollo y carecen de una relación con la propiedad de la tierra, elemento que da origen a la reflexión del materialismo histórico, existe la posibilidad de utilizar algunas categorías marxistas en el estudio de la pesca artesanal. Al respecto, Godelier (1967; 1978), influenciado por el estructuralismo de Lévi Strauss, asocia el parentesco en las “sociedades primitivas” –es el caso de su estudio de los Baruya de Nueva Guinea– con la noción de relaciones de producción. Aquí es el parentesco el que determina los derechos de los individuos sobre el suelo y los productos.
Con lo anterior, podríamos argumentar que el modo de producción de la pesca artesanal –en el que existe bastante parentesco– tiene poca relación con el modo de producción capitalista. Entonces, para estudiar la pesca artesanal desde un marxismo-estructural, es necesario reconocer las estructuras que forman parte de lo real, pero que no son visibles en las comunidades de pescadores. Siguiendo a Godelier, se debe reafirmar la contradicción entre dos estructuras, es decir, las fuerzas productivas y las relaciones de producción. Lo anterior muestra la prioridad que entrega este autor a la contradicción entre dichas estructuras por sobre la contradicción existente entre capital y trabajo, la que solo sería inherente a las relaciones de producción capitalistas.
No obstante, los pescadores artesanales, tanto de los países “centrales” como de los “periféricos”, cada vez más dejan sus características “primitivas” y, más bien, como definimos en el apartado anterior, presentan límites difusos, adquiriendo o adaptando características de las sociedades en las que se encuentran, ya sean estas desarrolladas o en vías de desarrollo (Johnson, 2006). Un ejemplo de ello es la aparición de la figura del patrón-propietario. Lo anterior promueve la necesidad de ir más allá del marxismo-estructural de Godelier, pues, en la pesca artesanal –centrándonos en la realidad chilena– aparecen contradicciones entre capital-trabajo, como también la figura del comerciante, la relación entre los industriales y los artesanales, el rol del Estado y el acceso a mayores niveles educativos por parte de los pescadores.
A esta altura nos preguntamos por la posición de los pescadores artesanales en la estructura social. Si tomamos a Marx para dar cuenta de dicha posición, primero debemos reconocer que las principales críticas a su concepción dualista de la estructura social “moderna”, es decir, la de capitalistas y proletarios, proviene de Weber (1964) y de sus seguidores, como Goldthorpe (1992) o Parkin (1984), los que muestran la existencia de una mayor cantidad de clases.
Por otro lado, tenemos a quienes reinterpretan a Marx, como Wacquant (1985), el que expresa que en las obras de Marx se distinguen distintos modelos heurísticos de sociedad, además del estructural. Así encontramos el modelo orgánico, el que permite comprender la formación de clases y la reproducción de la misma, o el dialéctico, que entrega elementos para entender las contradicciones y la lucha de clases en el tiempo. Entonces, el énfasis que se hace respecto de las estructuras, sin atender al carácter orgánico o dialéctico, deja incompleto los aportes del análisis marxista-estructural.
A pesar de ello, se debe rescatar que en los trabajos de corte más históricos de Marx se encuentran reflexiones sobre otras clases (Elster, 1985), así en el “18 Brumario de Luis Bonaparte” encontramos la reflexión sobre el lumpenproletariado y la pequeña burguesía, al igual que en “El Manifiesto Comunista”. De hecho, Marx (2007) expone que:
toda la escala inferior de las clases medias de otro tiempo, caen en las filas del proletariado; unos, porque sus pequeños capitales no les alcanzan para acometer grandes empresas industriales y sucumben en la competencia con los capitalistas más fuertes (p. 163).
En este sentido, la figura del patrón-armador sería un proletario, pues, su capital no puede competir con los dueños de las embarcaciones industriales. No obstante, dentro de las comunidades de pescadores el patrón de pesca es dueño de los principales medios de producción (embarcación, artes de pesca, conocimiento y experiencia), por tanto, existe una diferenciación ante los otros pescadores.
Es por todo lo anterior que nos preguntamos: cómo nuevas interpretaciones del marxismo permiten describir adecuadamente la posición social de los pescadores, dentro de sus propias comunidades. En este punto recurrimos a los aportes de Roemer (1989) y de Wright (1994), es decir, al marxismo analítico, el que nos permitirá delinear una propuesta de estructura de clase para las comunidades de pescadores artesanales.
Aportes del marxismo analítico en la clasificación social de los pescadores artesanales
La aplicación del marxismo analítico al fenómeno de la pesca artesanal permite comprender algunas de las relaciones sociales contradictorias que se perciben dentro de las comunidades de pescadores artesanales, las que en general han sido escasamente abordadas desde un marco actualizado y vigente en el campo de las ciencias sociales, sobre todo considerando las relaciones a nivel micro sociales (Wright, 1997), es decir, las que se constituyen entre los pescadores artesanales y las que se observan entre sus organizaciones (sindicatos, cooperativas, agrupaciones, federaciones, entre otras) y dichos pescadores.
En la presente sección, comenzamos con la aplicación de la idea de “superestructura” de Cohen (1986) a la LGPA; posteriormente, se desarrolla un análisis conceptual del término “clase” en base a Cohen (1986) y Elster (1985). Dicho análisis permitirá delinear los fundamentos de la diferenciación y estructuración en la pesca artesanal, para luego aplicar el modelo de estructura de clases desarrollado por Roemer y las reflexiones de Wright a la localización de clase de la pesca artesanal. Finalmente, considerando las últimas teorizaciones de Wright (2016; 2017), se entrega un análisis de la organización sindical de los pescadores artesanales, correspondiente al caso estudiado. Aquí se enfatiza en los aspectos relacionales del sindicato con otros actores de la comunidad de pescadores.
La LGPA en la superestructura: una aproximación a la pesca artesanal
La característica central de la LGPA es que distingue a los pescadores en relación con la propiedad de los medios de producción, es decir, a la propiedad de la embarcación y el material asociado (artes de pesca, combustible, motor, entre otros). No obstante, cabe preguntarse por el lugar que tiene la relación de propiedad que formaliza la ley, pues, se hace necesario entender la temporalidad que tiene el Derecho (y el Estado en general) frente a la relación entre productores y los medios de producción. En ese sentido, los aportes de Cohen (1986) entregan una explicación funcionalista de la que cabe pensar el lugar de la LGPA en la pesca artesanal.
Para Cohen existen dos tesis fundamentales que caracterizarían el materialismo histórico, ambas consisten en explicaciones funcionalistas. Una de ellas es necesaria para el análisis de nuestra temática de estudio: las relaciones de producción explican funcionalmente la superestructura. Más específicamente, la idea central es que:
unas relaciones de propiedad determinadas tienen el carácter que tienen a causa de las relaciones de producción que respaldan unas relaciones de propiedad con ese carácter… [y más concretamente] las relaciones de propiedad cambian para permitir o estabilizar los cambios requeridos en las relaciones de producción (Cohen, 1986, p. 249).
Adicionalmente, Cohen nos indica que el Derecho consolida un “poder” existente entre dos posiciones sociales, esto es, la capacidad de hacer algo. Entendido así, aquellos que poseen los medios de producción tienen el poder de no vender su fuerza de trabajo –o a sí mismos– a un capitalista, ya que pueden hacer uso propio o personal de estos medios, con el propósito de producir o tomar a alguien en el mercado laboral para que los utilice. Al contrario, los que no poseen medios de producción, no son capaces, no tienen ese poder, viéndose forzados a vender sus fuerzas para sobrevivir.
Desde este punto de vista, la LGPA, como un tipo especial de mecanismo que asegura las relaciones de producción, restaura “la consonancia entre las relaciones de propiedad y las relaciones de producción.” (Cohen, 1986, p. 150). En el caso específico de la pesca artesanal, la normativa a la que hacemos referencia formaliza los oficios existentes en la actividad, los que pasan a girar en torno a la relación jurídica de un pescador/productor. De este modo, se categoriza a un pescador que tiene una embarcación como un armador, sea de tierra o patrón, este último participa en la faena de pesca.
En el caso de la caleta estudiada, a nivel discursivo se procesa la normativa como un modo de reafirmar la consolidación del poder económico que tiene el sector pesquero industrial, por sobre los pescadores artesanales. Lo anterior se construye históricamente, de tal manera que la consciencia de los pescadores artesanales en torno a lo que es la normativa, especialmente la LGPA, es asociada con la diferencia de poder existente entre los actores involucrados en la pesca en general, viéndose a sí mismos como los desfavorecidos en relación con las condiciones sociales del campo económico pesquero5.
Sin embargo, hay un efecto interno de la LGPA, el que se relaciona con los modos de estructuración y diferenciación entre los mismos pescadores artesanales, y que produce ciertas relaciones de clase a un nivel micro. En la caleta analizada, se observa que la LGPA genera diferencias internas en términos de recursos, responsabilidades frente a la autoridad marítima –sea la policía marítima o el Alcalde de Mar–, beneficios otorgados por el sindicato o la autoridad política, a la mantención que requiere la embarcación y el material, al cumplimiento de compromisos respecto a la actividad –llegar a la hora, traer y tener lo necesario para la producción, entre otras–. Todas estas diferencias sustanciales se van demarcando, en principio, por la relación establecida por la LGPA, la que señala quiénes, de qué modo y cómo poseen los medios de producción.
El concepto de clase, posición de clase y clases en la pesca artesanal
Desde un análisis neomarxista, cabe preguntarse por el tipo de relaciones de clase promovidas desde la LGPA, las que estructuran el campo económico pesquero, y a través de él, la pesca artesanal. Para ello, se entregan algunas aproximaciones en torno al concepto de clase. Sobre esto último, en la reconstrucción del marxismo, el concepto de “clase” es esencial para concebir el modo de estructuración y diferenciación de las sociedades.
De esta manera, y como ya nos aproximamos al concepto de “clase” de Cohen (1986), iniciamos la reflexión con la existencia de una estructura de derechos que está establecida en una sociedad, y que hace que el proletariado se encuentre obligado a vender su fuerza de trabajo a la clase capitalista. Por su parte, Elster (1985) entrega una definición más teórica de “clase”: “una clase es un grupo de personas quienes por virtud de lo que ellos poseen son obligados a comprometerse en las mismas actividades si ellos buscan hacer el mejor uso de sus propiedades” (p. 331).
En este sentido, las distintas posiciones dentro de la pesca artesanal se tienen que evaluar según las consecuencias derivadas de la estructura de propiedades de sus posiciones, en la que si alguien no tiene medios de producción está obligado a vender su fuerza de trabajo (Cohen) o comprometerse con ciertas actividades de manera obligatoria (Elster), tales como trabajar/no-trabajar, venderse/no-venderse, prestamista/deudor, arrendador/rentista, entre otros. Lo anterior se muestra, de manera más explícita, mediante la ley, la que entrega una definición de quien sería “patrón-armador” –poseedor de una estructura de propiedades que tiene una relación positiva con los medios de producción– y el resto de los tripulantes –que operan con una estructura de propiedad basada en la “propiedad de sí mismos”–.
A partir de la definición de Cohen y Elster, es necesario introducir las ideas de estructura de clase, con sus respectivas posiciones de clase y clases. La clase, según la definición atendida, tiene que ver con las relaciones similares que se tienen con las propiedades y la necesidad de obligación con ciertas actividades económicas, a consecuencia de esa misma relación de propiedad. Bajo esta interpretación, podemos contar con los aportes de Roemer (1982), quien a partir de las relaciones de propiedad y no de las concepciones tradicionales del marxismo, centradas en el valor, elabora una estructura de clases que deja de lado la centralidad de la idea de explotación como criterio de pertenencia de clase (De Francisco, 1992). Puntualmente, para distinguir las posiciones de clases y clases de los agentes, enfatiza en la variedad de modos de vender o comprar la fuerza de trabajo.
De este modo, Roemer construye un modelo en el que los elementos de pertenencia de clase son los activos productivos y el comportamiento maximizador (Pérez, 2007), que tiene que ver con el modo en que los productores optimizan soluciones en un “plan que minimiza el trabajo total que gasta”. Dicho modelo tiene la virtud de identificar, empíricamente, una serie de clases que se encuentran entre los extremos identificados por Marx. En la Tabla 2 exponemos el modelo que crea Roemer, en el que nosotros hemos agregado la columna final (de izquierda a derecha), y que contiene lo que podríamos asociar a la división social interna de los pescadores artesanales.
Tabla 2 Interpretación del modelo de estructura de clases de Roemer para la pesca artesanal
Estructura de clase agricultura |
Xv |
Yv |
Zv |
Estructura de clase pesca artesanal |
Terrateniente |
0 |
+ |
0 |
Armador en tierra |
Campesino acomodado |
+ |
+ |
0 |
Armador-patrón |
Campesino medio |
+ |
0 |
0 |
Pescador medio |
Campesino pobre |
+ |
0 |
+ |
Pescador pobre |
Trabajador sin tierra |
0 |
0 |
+ |
Pescador sin embarcación |
Fuente. Elaboración propia a partir de Roemer (1989).
Donde:
Xv = autoemplea su fuerza de trabajo
Yv = emplea fuerza de trabajo de otros
Zv = vende su fuerza de trabajo
Y donde:
+ = presencia del atributo
0 = ausencia del atributo
A partir de lo anterior, se distinguen cinco clases dentro de la actividad pesquera artesanal, de la que destacamos sus extremos: la figura del armador de tierra, que de algún modo podría corresponder al terrateniente, dicha figura solo emplea fuerza de trabajo pero no vende ni autoemplea su fuerza de trabajo; y, al otro extremo, encontramos al pescador pobre sin embarcación, el que no tiene medios de producción y, por ende, solo puede vender su fuerza de trabajo.
En el caso de la caleta a la que aplicamos este análisis, identificamos que la mayoría de pescadores se encuentran en tres de las cinco clases analizadas: a) armador de tierra, se manifiesta en pescadores que tienen por herencia –o no– alguna embarcación, y que no hacen uso de su fuerza de trabajo; b) armador-patrón, es el usual “jefe” que tienen los pescadores, él “sale” con los pescadores, a los que compra su fuerza de trabajo, repartiéndose las ganancias de manera diferenciada en función de la propiedad de los medios de producción (los “dueños del material” reciben una porción adicional de la ganancia); c) pescador sin embarcación, es el caso más común, y se tiene que asociar con un armador. Este último selecciona al pescador sin embarcación según el “crédito” que tenga dentro de la caleta (si es visto como un elemento positivo o negativo en la actividad).
Lo anterior muestra una estructura de clase que tiene un mayor nivel de diferenciación de la que inicialmente atendimos con la LGPA, pues, se basa en los modos de disponer la fuerza de trabajo, según el tipo de relación que se tiene con los medios de producción. Acá la concepción de clase es complementaria, si se considera que únicamente especifica ocho modos de posición de clase, teniendo en cuenta que el pescador artesanal realiza un plan en el que considera las propiedades que tiene como punto de partida, y buscando la manera óptima de utilizarlos –en base al ordenamiento de los dos valores posibles con 0 y +, y a tres posibles lugares <X, Y, Z> donde ubicarlos–.
Localización de clase dentro de la pesca artesanal
El modelo de Roemer facilita argumentos para superar los primeros aportes de Wright (1994), es decir, la teoría de las posiciones contradictorias, la que aborda las ambigüedades en la estructura de clase, tomando como referencia niveles de abstracción que Marx abordó pero que no profundizó, como son la formación social y la coyuntura sociohistórica. Puntualmente, lo central de esta teoría se puede entender en dos versiones: inicialmente, (i) que una clase social se puede posicionar simultáneamente en más de una parte, lo que se llama posición contradictoria de clases; y en versión más reciente, (ii) que una clase, simultáneamente pueda ser tanto explotada como explotadora, con respecto a distintos mecanismos de explotación.
Con respecto a (i), Wright, sin tratar la noción de explotación –se concentra más bien en la de dominación–, incluye la distinción que realiza Dahrendorf (1962) entre propiedad efectiva (control de los medios de producción) y la propiedad legal (relación de dominación). En este sentido, mediante este primer modelo (i), solo podemos tomar el caso de los armadores-patrón (propietario y patrón a la vez), en un nivel interno, para relacionar la “posición contradictoria” de clase, pues, son propietarios de los medios de producción (el bote y los aparejos de pesca), por ende, emplean fuerza de trabajo ajena, pero a la vez autoemplean su fuerza de trabajo.
Lo anterior tiene una reformulación por medio de la teoría de las explotaciones múltiples de Wright (1994), es decir, con (ii), la que toma nuevamente la noción de explotación y además incluye los bienes de cualificación (credenciales). La virtud de esta última teoría es que busca superar el predominio e influencia de las estructuras sobre los agentes, pues, poco a poco Wright irá aceptando la idea de que la conciencia de clase es un fenómeno particular de los individuos. Lo que implica entender que las transformaciones sociales tienen un (micro)fundamento en los estados conscientes de los individuos (Pérez, 2007).
De este modo, la posición contradictoria del patrón-propietario no se debe directamente a la propiedad de los medios de producción, sino que también incluye los bienes de organización y de calificación/credenciales, tales como participación en el grupo dirigente, adquisición de actividades productivas asociadas a la pesca, conocimientos sobre la ubicación de los caladeros históricos, entre otros. Es así como en los últimos aportes de Wright (2009) se reconocen las relaciones de mercado, idea característica del enfoque weberiano.
Estrategias de clase en el juego capitalista: el caso de los sindicatos de pescadores
Generalmente se ha visto a los sindicatos como organizaciones de trabajadores que luchan por sus intereses frente a los del capitalismo. Sin embargo, existen otros tipos de sindicatos que permiten a los trabajadores constituirse por intereses comunes, no relacionados directamente a la oposición con los explotadores, sino como un medio de reunión e identificación en una sociedad, medio con el que pueden hacer notar sus intereses y fuerza colectiva. La organización sindical de pescadores artesanales ha tomado dicha línea, lo que le permite expresar intereses colectivos y concentrar esfuerzos para lograr ciertos fines, sobre todo de carácter reivindicativo, de demanda de protección y beneficios del Estado (Escribano, 2014). Mediante dicha imagen de los sindicatos, no identificamos la idea de explotación, sino más bien, la de una directiva sindical que conduce ciertos procesos colectivos.
Dentro de esta caracterización de fuerza colectiva, se pueden hallar dos formas de relación social en los sindicatos:
a) Externa a la caleta: relación con agentes externos, tales como la autoridad6, instituciones científicas7, otras caletas, empresas, comerciantes, entre otros agentes;
b) Interna a la caleta: con los mismos pescadores (buzos, mariscadores, entre otros) encarnadoras, “guachimán”, “oficial” o “malabarista”, entre otros.
A partir de lo anterior, consideramos aplicar el modelo analítico de las estrategias de acción de clase de Wright (2016; 2017), al movimiento sindical de los pescadores, y su manifestación y representación por medio de las confederaciones de sindicatos de pescadores artesanales, entendidos en su relación externa. Es necesario comentar que este ejemplo de aplicación también será utilizado desde la perspectiva neoweberiana.
Al respecto, el sindicato de pescadores de la caleta estudiada se ha enfrentado constantemente al Estado, enfrentamiento cuya base se encuenta en la idea de asimilación de los intereses de los distintos agentes estatales –desde órganos como la Presidencia de la República, pasando por los parlamentarios que deliberan sobre la normativa pesquera, hasta los fiscalizadores del Sernapesca– con el sector pesquero industrial. De este modo, se desarrolla, sistemáticamente, una serie de movilizaciones en contra de los pescadores industriales y el Estado, y especialmente contra los parlamentarios que dieron paso a ciertas modificaciones en la ley de pesca, las que se relacionan con la distribución de cuotas de captura de ciertas especies (Fazio, 2016).
En general, la lucha sindical que tienen los pescadores artesanales de la comuna de Valparaíso no se define por la relación que se establece con un empleador dueño de los medios de producción, sino más bien, con las condiciones de distribución de los recursos hidrobiológicos. El sindicato se encuentra articulado de tal manera que su foco de conflicto está en torno a las medidas aplicadas por el Estado y por las condiciones de existencia que tienen los pescadores artesanales. En ese sentido, externamente, Wright (2016; 2017) ha desarrollado las posibles estrategias de una acción conflictiva contra el capitalismo (Tabla 3), en base a (i), foco donde se articula, y (ii), objetivo de la estrategia.
Tabla 3 Estrategias de acción anti-capitalistas
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Objetivo de la estrategia |
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Neutralizar daños |
Trascender estructuras |
Locus primario de la estrategia |
Estados |
Domesticación del capitalismo |
Destrozar el capitalismo |
Sociedad civil |
Resistencia al capitalismo |
Escapar del capitalismo |
Fuente: Elaboración propia a partir de Wright (2016; 2017)
Según Wright, existen cuatro tipos de estrategias de acción en el marco del capitalismo, dos de ellas tienen como aspiración la neutralización de los efectos negativos del capitalismo, cada una con distintos orígenes, uno en el Estado y el otro en la sociedad civil. Desde el Estado, se busca domesticar los efectos nocivos del capitalismo mediante nuevas regulaciones de bienestar para los agentes, mientras que desde la sociedad civil se busca generar espacios de resistencia. Desde otro lado, el objetivo es la superación de las estructuras capitalistas, ya sea por la aplicación de medidas que quiebren las estructuras de reproducción del capitalismo o que escapen de la actividad característica de este sistema económico social.
En ese sentido, como indicó Humberto Chamorro, dirigente político de la pesca artesanal, el foco de la estrategia de acción de los pescadores nace desde la sociedad civil, en forma de movimiento sindical que busca la defensa de “los derechos de playa y asentamiento de los pescadores artesanales en sus comunidades, responder a problemas sociales como la previsión social y salud, y con una proyección ante las autoridades del gobierno por su carácter de trabajadores independientes” (Chamorro, 1994, p. 225). O como señala Jorge Lobos, otro de los dirigentes históricos:
el sindicato en el sector artesanal se crea para abordar problemas relacionados con la actividad propiamente tal, relativos a temas de vivienda, salud y otros, temas que, por cierto, están atravesados por las particularidades sociales de cada comunidad y del contexto político en que éstas se encuentran (Escribano, 2014, p. 51).
Durante los 80 surge la Confederación Nacional de Pescadores Artesanales de Chile (Conapach), en medio de dos circunstancias específicas, la dictadura militar y la crisis de los recursos pesqueros. Bajo este contexto, los pescadores artesanales realizan Congresos Nacionales cada dos años, instancias en las que los representantes de las directivas sindicales eran convocados para definir sus intereses, evaluar sus actividades y sugerir nuevas estrategias. Entre las principales consideraciones para la acción, obtenidas entre el 1986 y 1992, se hallan: democratización del sector pesquero artesanal desde una perspectiva más decisional; rol subsidiario del Estado en los problemas de previsión y seguridad social; crear sistemas de comercialización nacional y de exportaciones; crear una red de relaciones institucionales, nacionales e internacionales, con el propósito de defender los recursos, establecer lazos comerciales y técnicos (Chamorro, 1994).
En ese sentido, podemos mencionar que las estrategias de acción de los sindicatos frente a la situación en la que se encuentran se componen de dos locus de estrategias, pero con un solo objetivo: la neutralización de los daños que ha producido el capitalismo. Si presentamos un cuadro interpretado y aplicado desde las estrategias de Wright a la actividad sindical de los pescadores de la caleta estudiada (Tabla 4), entonces ubicaremos sus estrategias entre la primera columna y las dos filas.
Tabla 4. Estrategias históricas del movimiento sindical frente al capitalismo
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Objetivo de la estrategia |
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Neutralizar daños |
Trascender estructuras |
Locus primario de la estrategia |
Estados |
Movimiento Sindical de Pescadores Artesanales |
Derrumbar el capitalismo |
Sociedad civil |
Escapar del capitalismo |
Fuente: Elaboración propia a partir de Wright (2016; 2017)
Visto de este modo, se constata que la estrategia realizada por los pescadores tiende a ser anti-capitalista en el sentido más reformista, es decir, evitar los daños, neutralizando, buscando el poder social de construcción de sí mismos en las condiciones de un capitalismo sin efectos dañinos. En la comuna de Valparaíso, se muestra que los sindicatos siguen esta misma línea de acción estratégica, centrados en generar espacios de barreras en contra del capitalismo desregulado.
Aplicación de categorías neoweberianas de clase a los pescadores artesanales
El principal aporte de Weber al análisis de las clases es ampliar los elementos de dicho análisis, algo que reconocemos como una mayor flexibilidad en la investigación empírica, diferente a un cierto compromiso con las constricciones teóricas de la tradición marxista (De Francisco y Carbaña, 1994). De hecho, Marx centraba su análisis en la propiedad de los medios de producción, es decir, en una esfera económica, en cambio, Weber integra las áreas política y social, lo que de alguna manera tiene una relación directa con la noción de poder de dicho autor, la que implica “la probabilidad de imponer la propia voluntad, dentro de una relación social, aun contra toda resistencia y cualquiera que sea el fundamento de esa probabilidad” (Weber, 1964, p. 43).
A partir de lo anterior, el sistema de estratificación social de Weber comienza con la distinción entre propietarios y no propietarios, pero abre espacio a situaciones positiva y negativamente privilegiadas, además de afirmar que las clases sociales no son comunidades, pues, no están inspiradas en un sentimiento subjetivo. Éstas últimas tendrán una mayor relación con los estamentos, los que representan la distribución del poder social. Al respecto, nos hace más sentido en este punto relacionar a las comunidades de pescadores artesanales con los estamentos, ya que los estamentos no tienen relación con las diferencias económicas, sino que más bien aluden a diferencias sociales (prestigio, status y honor). No obstante, dicha apreciación no es adecuada, pues, elimina las relaciones económicas que mantienen los tripulantes con los armadores, el rol del comerciante, las diferencias entre pesca industrial y artesanal, las que tienen en lo económico uno de sus pilares. Por último, encontramos el caso de los partidos, los que representan la distribución del poder político.
Al autonomizar la esfera económica, política y social –es necesario reconocer que dichas esferas tienen relación entre sí–, Weber plantea que un agente puede estar en un nivel alto en una de estas jerarquías y al mismo tiempo puede estar en un nivel bajo en otra (Duek e Inda, 2006). De este modo, se entienden los aportes de Goldthorpe (1992), específicamente el que tiene relación con su clase de servicio, y que se enmarca en la separación entre propiedad y control. Ello se constata con el crecimiento de las clases de empleados profesionales, de administración y de dirección.
En una primera instancia, si tomamos los aportes de Goldthorpe y los llevamos a la actividad pesquera, alcanzamos una mayor comprensión de la noción de clase de servicio en la pesca industrial más que en la artesanal, pues, el patrón de un barco industrial, no es el propietario del medio de producción, pero tiene dos de las características que este sociólogo británico alude a su conceptualización de clase de servicio: la necesidad de delegar autoridad (función administrativo-directiva); y, la necesidad de recurrir al conocimiento experto y especializado (función profesional).
Ahora bien, en el caso de la pesca artesanal, como constatamos en este trabajo, ni el armador-patrón ni el pescador medio –según la estructura de clases de Roemer y que acá relacionamos con la actividad pesquera– tienen una relación directa con la clase de servicio a la que hace alusión Goldthorpe, puesto que son grupos que difieren en su ocupación en el mercado y en sus respectivas funciones en la división del trabajo. Algunas de las diferencias, es que la clase de Goldthorpe cuenta con contrato laboral, y con ello todo lo que implica para la seguridad social de los y las integrantes de dicha clase, y también de tener una ruta reconocida de promoción. Al contrario, la mayoría de los y las pescadoras artesanales no cuentan con previsión social8, como tampoco de niveles educativos altos9 y de un sueldo u honorario estable.
A pesar de lo anterior, es necesario tomar la noción de cierre social de Weber, y que Parkin ha profundizado, para analizar algunas características de la diferenciación social interna y externa de los pescadores artesanales. Al respecto, el cierre social surge como una estrategia exclusora, que para Parkin se basa en la propiedad (recursos productivos) pero también de los títulos (“credencialismo”) y del poder de los partidos políticos, es decir, no hay un solo tipo de cierre social. Este se entiende como “el proceso mediante el cual las colectividades sociales buscan ampliar al máximo sus recompensas limitando el acceso a los recursos y oportunidades a un número restringido de candidatos” (Parkin, 1984, p. 69).
De esta manera, cabe preguntarse cuáles son las credenciales para mantener una diferenciación interna entre los pescadores, porque en general se constata que variables como los niveles educacionales o las cualificaciones formales son medios para el control del acceso a las ubicaciones más deseables de la división del trabajo (Parkin, 1984; Goldthorpe, 1992), algo que también identificamos en algunas investigaciones sobre estratificación social en pesca (Baquedano y Rosas, 2010). Para responder a lo anterior, a continuación, se utilizan dos casos ilustrativos de aplicación: uno que continúa el análisis de los sindicatos de pescadores “independientes”, aplicado también al caso de las categorías neomarxistas, y otro relacionado a la relación de empleo que existe en la pesca artesanal, y específicamente en la caleta de estudio.
Dualidad de posición de clase del sindicato: relación de servicio y cierre social
El lugar de los “sindicatos” en la pesca artesanal es central para manifestar ciertos intereses colectivos de los pescadores. En general, los sindicatos de pescadores artesanales, según el Artículo 216 del Código del Trabajo, están articulados bajo una misma estructura que responde al rasgo de trabajadores “independientes”, es decir, en este caso, sin ningún empleador o que no tengan ningún tipo de contrato u honorarios.
Así, Héctor Luis Morales expresa que sus asociaciones “se identifican como trabajadores independientes y acogen como miembros a quienes trabajan en el oficio y no sólo a quienes poseen medios de producción” (Escribano, 2014, p. 100). En general, la independencia en la relación laboral de los pescadores artesanales ha sido entendida como no dependiente de un patrón, y por lo mismo, no obligados a cumplir contratos u honorarios, en la que la definición de dicha relación es por tarea prácticamente diaria y la remuneración “a la parte”10, según las capturas y ventas de cada día (Escribano, 2014). Bajo este contexto, no hay una formalidad o institucionalidad jurídica que obligue a una actividad laboral diaria. Entonces se dirá que los pescadores pueden terminar o empezar una relación de trabajo con un patrón tantas veces como ellos deseen, pues no existe ninguna regulación jurídica.
A partir de aquí, en base a los aportes de Goldthorpe, podemos elaborar otra distinción de las posiciones de clase que existen en la pesca artesanal, la que cuestiona las reflexiones basadas en un formalismo jurídico que invisibiliza las relaciones sociales de propiedad del trabajo existentes dentro de este tipo de pesca. Goldthorpe (2000) nos indica que la “posición de clase” puede ser comprendida por las relaciones de empleo. De este modo, establece una distinción entre empleadores, auto-empleados, y empleados. Dentro de esta última posición de clase, existen tres modalidades de regulación: (a) contrato laboral; (b) relación de servicio; (c) mixto. Su énfasis en esta posición se basa en la idea de que son “numéricamente muy preponderantes” (Goldthorpe, 2000, p. 103).
Tabla 5. Aplicación de la relación de empleo en Godthorpe a la pesca artesanal
Tipo de relación de empleo de Goldthorpe |
Esquema de clases en la pesca Artesanal |
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Empleador |
- |
Patrón-armador |
Auto-empleado |
- |
Armador; Pescador de orilla |
Empleado |
Contrato laboral |
Pescador medio; Pescador pobre; Pescador sin embarcación |
Relación de servicio |
Dirigente sindical; Administrador de caleta |
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Mixto |
Pescador y dirigente sindical; Pescador y administrador |
Fuente: Elaboración propia a parte de Goldthorpe (2000)
Es necesario comentar que, al hablar de contrato laboral, no se hace referencia, obligatoriamente, a un contrato jurídicamente institucionalizado en el derecho laboral vigente, sino que se refiere a acuerdos establecidos entre las partes involucradas, las que remiten, en carácter general, a una institución dentro de la pesca artesanal, es decir, a un conjunto de normas sociales que regulan y/o constituyen una relación laboral entre los individuos. Bajo este contexto, el contrato laboral es “de palabra”, y gira en torno a ciertas normas o valores que hacen funcional la actividad artesanal, tales como los significados atribuidos a “esforzarse”, “ser vio’ pa’ la pega” [ser atento] y “responsable”.
Como indican Evans y Mills (2000), como también Goldthorpe (1982), el contrato de “trabajo asalariado” está relacionado con la escasa confianza en las expectativas de ese trabajo, por lo que es constantemente monitoreado, con un horario que es negociado, con un horizonte de tiempo para el pago en horas o semanas cumplidas, con el trabajo adicional que recibe un pago extra. Por su parte, el contrato de “servicio” es difuso en deberes, sus aspiraciones tienen un tiempo de horizonte de mediano o largo plazo de cumplimiento, la actividad tiende a ser flexible en su realización, acomodándose la cantidad de tiempo a su necesidad, es por ello que, para su definición, se requiere pro-actividad por parte del empleado, pues, ellos tienen un mayor grado de autonomía y discrecionalidad.
Según Goldthorpe (2000), las manifestaciones de dichas relaciones laborales de empleo tienen dos aspectos centrales: el grado de especificidad del activo humano; y, el grado de dificultad de monitoreo. Mientras que en el contrato laboral –o de trabajo– es más accesible el monitoreo de lo que realizan los empleados, al contrario de lo que sucede en la relación de servicio, que es más dificultoso. Inversamente, a medida que la relación de servicio se constituye a través de un alto nivel de activo humano (en conocimiento y gestión), en el contrato laboral dicho nivel de activo se caracteriza por ser bajo.
Lo anterior nos indica que el pescador medio, pobre y/o sin embarcación tiene una relación de contrato laboral con el patrón-armador, su empleador, quien compra su trabajo en distintas instancias, en algunos momentos dicho contrato es de manera estable y otros de manera itinerante. En este último caso, y a partir del trabajo de campo en la caleta estudiada, al pescador se le entiende como “perero”, y realiza trabajos que surgen de la necesidad o por falta de un trabajador, en general dichos trabajos son breves, pueden durar solo la jornada diaria. Cuando la relación laboral es estable, con ello hacemos referencia a un vínculo que se mantiene durante el tiempo, existe un pescador, usualmente el patrón, que califica y decide la mantención o el despido de la tripulación.
En lo que respecta a la ejecución de la actividad, el pescador es supervisado o monitoreado in situ por parte de los patrones, que evalúan en el mismo bote las actividades que se desarrollan. Del mismo modo, los patrones vigilan cuando el recurso “baja” de la red, ahí les expresan los errores a los pescadores, como por ejemplo si no observó un pescado mientras retiraba la red, si debe separar los recursos por especie para su comercialización o por especie comestible y no comestible.
Por otro lado, encontramos que dentro de la relación de servicio hallamos a los dirigentes sindicales y administradores de las caletas, quienes la gestionan y dirigen políticamente, aunque también realizan gestiones similares en el mercado. En el caso de estudio, se hace notable la idea metafórica de concebir la “caleta como una empresa”, lo que refuerza la intención de mejorar la posición de mercado. En ese sentido, lo central, según se entiende por los dirigentes, es crear una mejor posición de la caleta en el mercado mediante diversas estrategias de gestión y administrativas, tales como fortalecer el reglamento y estatutos que regulen la relación entre los vendedores (pescadores), entre los vendedores y los compradores (clientes), y así crear una relación comercial más beneficiosa. En ese sentido, las figuras de dirigente sindical y administrador tiene una relación de servicio con los afiliados al sindicato de la caleta.
Ahora bien, la actividad laboral del dirigente sindical y del administrador, requiere de asistencia y conocimientos técnicos que le permitan dirigir y producir los resultados esperados, es por eso que en ocasiones los dirigentes se apoyan de profesionales de universidades o de algunas otras instituciones de educación y/o capacitación. Asimismo, existen instituciones –sobre todo de educación superior–que buscan alianza con la caleta, a través de un vínculo con el sindicato, que les permita realizar trabajos de mejoramiento en la posición de mercado. Del mismo modo, existe una dificultad por parte de los mismos pescadores y afiliados, en general, a monitorear lo que realizan en la caleta, lo que ha dado lugar a cuestionamientos sobre la gestión realizada por parte de las autoridades de la caleta. Dicha situación es un antecedente para comprender las acusaciones que algunos pescadores realizan, en relación a que la dirigencia captura los recursos y hace acciones en función de su propio beneficio.
Una reflexión de la noción de cierre social aplicado a la pesca artesanal
A partir de lo anterior, podemos entregar una interpretación neoweberiana adicional al análisis de clases dentro de una comunidad de pescadores artesanales. Para ello tomamos la teoría de cierre social de Parkin (1974), pues, a través de ella se puede atender o examinar a la organización sindical de pescadores artesanales en base a las estrategias de “clausura social”. Según Parkin, hay dos tipos de estrategias de clausura social en la formación de clases: (i) clausura social de exclusión; y (ii) clausura social de solidaridad. Respecto a la primera, nos dice que se trata de una mantención estable de privilegios de acceso hacia un recurso que es valorado y que da lugar a un nuevo grupo o estrato que se beneficia de ellos, es decir, se forma una “clase de nominación”, en la que grupos se excluyen según las credenciales que se posean. Con el segundo tipo, los grupos se forman a partir de la exclusión de ciertos recursos, formándose en función de la accesibilidad del privilegio, asociándose a ideas políticas que reclaman por “igualdad de oportunidades”.
Desarrollado esto, Parkin (1974) nos dice que “el lenguaje de cierre puede ser traducido al lenguaje del poder” (p. 5). En efecto, quienes forman un cierre social de exclusión respecto a un recurso, tienen un poder especial sobre el mismo, lo que hace emerger posiciones estratégicas superiores que otras. El modo en que se forma el cierre va a dirigir la manera en que el poder está dado en relación con la accesibilidad y oportunidades.
En ese sentido, se pueden comparar los modos en que las organizaciones sindicales en la pesca artesanal hacen efectivos sus intereses, por medio del estado de poder y participación de la directiva con los pescadores afiliados. Es decir, la relación entre clausura social y democracia sindical. Al respecto, la “democracia sindical” puede existir en cada caleta y en la pesca artesanal, en general, a medida que ciertos elementos aparecen o no en la manera de “ser” y “hacer” de las acciones organizacionales respectivas. De acuerdo a lo dicho, es posible distinguir las dimensiones –representatividad, grados de información pública, nivel de deliberación, formación educativa de los afiliados– que puede tener la democracia sindical, para luego considerar la posibilidad de atender a dos fenómenos, si (i) hay o no cierre social en los sindicatos respecto de sus afiliados, y (ii) en qué medida existe clausura social del poder y de los recursos por parte de la directiva del sindicato.
En este caso, las dimensiones pueden estar presentes (+) o ausentes (-). Respecto a esta bivalencia, se puede interpretar según el enfoque neoweberiano de Parkin que (a) cada ausencia es un indicador de clausura social de exclusión, lo que significa que la directiva sindical acapara un poder y recursos dentro de cada caleta por sobre los pescadores afiliados, y que (b) cada presencia es un indicador de clausura social de solidaridad, lo que muestra que la directiva sindical no restringe el poder institucional y sus recursos asociados, sino que es compartido por más integrantes afiliados, formando una unidad frente a otros que no pertenezcan a la pesca artesanal. En otras palabras: si hay un cierre de exclusión, entonces no hay igualdad entre la directiva y sus afiliados; si no hay cierre, significa que hablar de un dirigente sindical –en término de poder– es lo mismo que hablar de un pescador afiliado cualquiera.
De esta manera, Parkin expresa que a diferencia de la tradicional concepción de clase, a la que define como rígida y polarizada, la propuesta de la clausura social permite flexibilizar las distinciones de clase, en base al modo en que se van dando origen y manteniendo ciertas restricciones de acceso a ciertos recursos. Es por ello que a medida que aparecen y desaparecen los modos de clausura, se van formando clases. La concepción de Parkin (1974) es lo que entendemos como la “clase como proceso”.
Conclusiones
La aplicación de un marco neomarxista y neoweberiano de las nociones de clase social o análisis de clases a la pesca artesanal, permite identificar y describir un fenómeno que en la actualidad suele recibir atención desde los procesos de individuación (Bauman, 2007; Beck, 2008). Incluso, Touraine (1994), desde su reflexión de reconocer la capacidad de acción del sujeto, promueve un reemplazo de la noción de clase social por el concepto de movimiento social. Dichos aportes expresan que nos encontramos en una etapa diferente de la modernidad, a la que asocian significados como segunda, líquida, posindustrial, entre otras, y en la que cuestionan nociones centrales de la sociología, como es la de clase social.
Sin embargo, los modelos teóricos revisados en el presente ensayo contribuyen a observar el carácter micro de un análisis de clase, situacional, en la que el foco se encuentra dentro de una comunidad de pescadores artesanales. De este modo, a pesar de considerar y valorar las relaciones externas de dichos pescadores, es decir, la relación entre la pesca artesanal y otros actores (ej., industriales) o situaciones (ej., capitalismo del sistema-mundo), ahondamos en las relaciones internas de poder o de clase que tienen los pescadores con otros pescadores, o que tienen los pescadores con otros agentes dentro de la caleta.
Expresamos que la aplicación de la noción de clases a los pescadores, por parte de investigaciones que reducen sus análisis a los aspectos externos (relación pesca artesanal-agentes de fuera de la comunidad) suelen caer en una descripción unidireccional de los elementos críticos, de conflicto y de resistencia de los pescadores artesanales frente al desarrollo del capitalismo, lo que no permite ahondar en las estrategias propias de los pescadores. Esto último también se puede percibir en las investigaciones que concentran sus análisis en la noción de estratificación social, focalizadas solo en la variable ingreso de los pescadores.
De esta manera, el presente ensayo explora la relación de clases, interna, de la pesca artesanal, desde un punto de vista neomarxista y neoweberiano, en el que se obtienen resultados diferenciados dependiendo de la conceptualización y del propósito de cada análisis, pues, para el primer modelo se seleccionan dos casos: la LGPA y el sindicato de pescadores artesanales, y para el segundo modelo se trabaja con: el mismo sindicato y la relación de empleo entre pescadores. Es necesario comentar que la aplicación de ambos modelos se concentra en una experiencia de trabajo de campo, realizado en una caleta de pescadores artesanales de la comuna de Valparaíso.
Ahora bien, a través del neomarxismo constatamos un reforzamiento de las relaciones económicas que históricamente se dan al interior del sector artesanal, y no solo frente a los demás actores del campo económico pesquero. En este caso, la LGPA en la caleta estudiada detalla la relación de propiedad que tienen los distintos agentes con los activos productivos y, por tanto, como se observó con la definición de clase, fuerza a quienes no tienen embarcación y los materiales asociados, en contraste con los que sí tienen, a involucrarse en ciertas actividades como vender su fuerza de trabajo y trabajar a un armador específico.
Mediante los aportes de Wright y de Romer, se detallaron las ocho posibles y distintas posiciones de clase en la pesca artesanal y cinco clases diferenciadas una de otras. En el esquema de Roemer, el productor de la pesca artesanal más común es quien tiene un plan de producción óptimo de tipo <0, 0, +>, el que minimiza el total de trabajo y que gasta en la producción y tiempo de venta considerando su estructura de propiedades, es decir, un tripulante sin embarcación ni material. Finalmente, en el caso del sindicato, se muestra cómo dicha organización tiene una orientación cuyo propósito es neutralizar los daños o límites que las estructuras capitalistas causan en la actividad, lo que es contrario a las ideas de superar o trascender las estructuras capitalistas.
Respecto a los aportes neoweberianos, a través del esquema de clases de Goldthorpe obtenemos un punto de partida en la manera en que un sujeto dispone su trabajo en el mercado, esto nos hace vincularnos con los aspectos básicos del análisis weberiano (De Francisco y Carabaña, 1994). En cuanto a la relación de empleo, los pescadores sin embarcación constituyen aquellos empleados que tienen una relación de contrato laboral con los armadores, que por su naturaleza son evaluados en forma iterativa o monitoreados en sus quehaceres, tanto arriba como debajo de la embarcación (cómo trabaja en la mar y cómo trabaja cuando llega a tierra). Este tipo de relación de contrato laboral no tiene un sentido jurídico, sino que es “de palabra”, pero que responde a una institución socialmente reconocida dentro de la caleta (“esforzarse”, “ser vio’ en la pega”, y “responsable”), y cuyos efectos, por cierto, influyen en la manera en que un pescador artesanal se posiciona en el mercado. Si un pescador no posee la suficiente valoración, pierde posibilidad de ser empleado por parte de un armador.
Por su parte, este enfoque teórico nos permite atender a una modalidad interna de las organizaciones sindicales, así observamos que los dirigentes sindicales y los administradores tienen una relación de servicio con respecto a las actividades que realizan, y cuyos empleadores serían a grosso modo los mismos pescadores afiliados al sindicato. Este tipo de relación permite un mayor entendimiento sobre los conflictos internos en la caleta, como también identificar la presencia de distintas clases en la misma caleta, y la presencia de una clase de servicio asociada a los dirigentes y administradores. Expresamos que la naturaleza de este tipo de relación de servicio trae consigo una dificultad alta al momento de realizar un monitoreo de las actividades por parte de los afiliados, lo que lleva a cuestionar la posición que tienen los integrantes de dicha clase de servicio (se habla de captura de recursos, de engaño, y mentiras por parte de los pescadores no dirigentes).
A partir del último punto podemos utilizar la teoría de cierre social de Parkin (1974), y así reflexionar en qué sentido podría existir un cierre social de exclusión de los recursos de la caleta, lo que en el caso revisado da lugar a cuestionamientos a la clase dirigente. En general, se percibe que la falta de democracia sindical puede producir diferencias de poder entre los actores de la pesca artesanal, y por tanto, crear cuestionamientos como un modo de cierre social de solidaridad por parte de aquellos pescadores que se sienten excluidos.
En general, desde el neomarxismo se visibilizan las relaciones de clase en función de la estructura de propiedad y a la disposición que se tiene de las fuerzas de trabajo dentro de la caleta. Lo anterior muestra que las relaciones de clase tienen un carácter central para caracterizar los modos de dominación que pueden existir entre los pescadores mismos. Desde el punto de vista neoweberiano, se revela que dentro de la pesca artesanal existe una estratificación basada en las posiciones que tienen los pescadores en el mercado de trabajo interno de la caleta.
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1 Lic. Miroslav Pulgar Corrotea, Universidad Tecnológica de Chile INACAP. Correo electrónico:
miro.pulgar@gmail.com
2 Constantino Villarroel Ríos, Doctorando en Sociología y Antropología, Universidad Complutense de Madrid y Universidad Nacional Andrés Bello. Correo electrónico: constantino.v.r@gmail.com
3 La reflexión desarrollada en este trabajo surge a partir de una investigación etnográfica que se encuentra en desarrollo, desde mediados de 2016, en una caleta de pescadores artesanales situada en la comuna de Valparaíso.
4 Ejemplo de ello lo encontramos en las encuestas nacionales de empleo de 1987 a 1995 del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), en las que los pescadores artesanales son asociados a las categorías de agricultura, silvicultura y caza. Un estudio más actual, y ahora a nivel interno, sobre estratificación social de los pescadores, lo encontramos en el Proyecto del Fondo de Investigación Pesquera (FIP) “Evaluación Socioeconómica de la implementación del régimen artesanal de extracción (RAE) en la pesquería de la merluza común” (Baquedano y Rosas, 2010).
5 Históricamente el desarrollo de la ley de pesca ha tenido una relación de captura de las decisiones y acciones de los gobiernos por parte del sector industrial, lo que ha consolidado un grupo selecto, al que se percibe como beneficiado por la nueva normativa (Peña-Torres, 1997).
6 En el caso chileno, la autoridad está compuesta por una variedad de instituciones: Subsecretaría de Pesca (política), Servicio Nacional de Pesca (regulación), Autoridad Marítima (control y vigilancia).
7 Como el IFOP, los Comités Científicos (evaluación), Universidades.
8 En el Primer Censo Pesquero y Acuicultor 2007-2008 del INE identificamos que solo el 25,13% de los pescadores artesanales tiene algún tipo de previsión social.
9 El mismo Censo Pesquero y Acuicultor 2007-2008 muestra que el 62% de los pescadores artesanales declaró tener solo educación básica.
10 Para Rubio-Ardanaz (2003) la remuneración “a la parte” es la relación salarial en la que, aparentemente concebida por la “igualdad” de participación de todos en el valor del producto, se distribuyen los pagos a los tripulantes, propietario de la embarcación y gastos. Así es como el pescador no recibe un salario diario o mensual, mínimo o fijo, sino que por el volumen de capturas y el precio alcanzado en la caleta. Consiste en que una vez cubiertos los gastos ordinarios de las faenas, el excedente de ingresos económicos se reparte según criterios acordados previamente (aporte del capital y de mano de obra). Se hace una diferencia entre “la parte del barco” (% reservado al propietario) y “la parte de la gente” (Sánchez, 2014). Bajo este sistema, el capital mantiene su reproducción, ya que se asegura una parte en la distribución del producto.
REVISTA CENTRAL SOCIOLOGÍA, Nº 8, 2018. ISSN Nº 0718 - 4379. pp. 53-81